Su Pasado [editado]

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–¿Quieres saber como sé eso? –preguntó Aoi, pero al no obtener respuesta de Shu prosiguió a hablar. –Lo sé por que mi mamá también se fue de casa, supongo que la tuya o alguien de tu familia cercano a ti también lo hizo, ¿No? –explicó brevemente con total calma, algo que alteró al albino, ¿Cómo podía estar tan calmado al hablar de eso? –

–¿Cómo sabes lo de mi mamá? –pero esa repuesta ademas de alterarlo también molesto un poco al oji-carmín. Se supone que nadie sabía eso, el se encarga de no soltar ningun dato que lo delate y Valt recien llegó el día anterior. –

–Porque yo me comportaba como tu lo haces ahora. –respondió con simpleza la incógnita del más alto. –

–Aja, y según tu ¿cómo me comportó? –pregunta de brazos cruzados y levantando una ceja. No le gustaba que la gente lo juzgara, apenas se habían hablado del día anterior y Valt hablaba de el como amigos de toda la vida, ¿qué tanto puede saber un niño infantil e hiperactivo como Valt de su vida? –

–Pones una sonrisa falsa siempre, no le cuentas a nadie como te sientes porque sientes que te van a rechazar o usarlo en tu contra, posiblemente por experiencias pasadas. –respondió el peli-azul con una sonrisa un tanto melancólica. –

Ante la respuesta dada por el de menor estatura, Shu se molesto un poco más.

–Y si es así, ¿a ti que te importa? –habló el albino de mala gana, no iba a dejar que un extraño le dijera sus verdades en su propia cara. –

–Te quiero ayudar, quiero que confies en mi, en las personas. –confesó, tratando de acercarse lentamente a Shu. –

–… Perdón, pero no puedo hacer eso. –murmuró apenas audible para Valt. –No solo es mi mamá, también hay más cosas, las cuales no te las pienso contar. –se sinceró con él más bajo... Bueno, a medias. –

–Pues si ese es el caso... –Valt habla, parece que duda en seguir, pensando en las palabras del albino, pero al final siguió hablando. –Yo te contaré lo que a mi me pasó, tal vez así confíes un poco en mi. –habló decidido a la par que tomaba del brazo a Shu. –

–No, no es necesario. –negó al instante, no quería relacionarse con ese chico. –

–No era pregunta, era aviso. –sentenció firme Valt, sorprendiendo a Shu con la firmeza de su declaración. No esperaba que el niño pudiera hablar con esa seriedad y decisión en su voz. –

–E-Esta bien, pero no quiero que le cuentes a nadie lo de mi mamá. –Shu cedió. Sabía que no tenía caso discutir con Valt, el día anterior se dio cuenta de que puede ser demasiado terco cuando quiere. –

–Lo prometo. –no dudó en hacer esa promesa. –Pero bueno... Yo siempre viví con mis dos hermanos menores , mi madre y mi padre. No recuerdo mucho de ni infancia, el único recuerdo lúcido que tengo es cuando yo tenía unos 4 o 5 años y mi papá empezó a... golpearme, aunque también golpeaba y violaba a mi mamá, –paró por unos segundos para tomar aire y seguir hablando. –cuando cumplí 7 años mi mamá se fue de casa y se llevó a mis hermanos. Me dejo con ese señor y eso lo hizo enojar como no tienes idea... –antes de que siguiera relatando su historia, el profesor llegó e interrumpió.

–Hola, chicos, buenos días. Me alegra ver que tienes amigostan rapido, Aoi. Ademas de que es Kurenai, un excelente alumno. –comentó el mayor al ver a los dos alumnos "platicando amenamente", o al menos así era ante sus ojos. –

Ambos jóvenes respondieron el saludo con respeto y posteriormente se alejaron del escritorio del profesor para ir a sus propios lugares.

–Ey, si quieres en otro momento hsblamos. –dice Shu al notar incómodo a Valt. Tal vez no quería que escuchará el profesor o algo así y lo entendía. –

–Esta bien, gracias por entender. –respondió simple. Segundos de silencio se formo, Valt iba a hablar pero llegó Free al salón, cosa que alegró a Shu y, en cierto modo, molestó a Valt. –

–Hola, Free, ¿cómo estás? –saludó Shu con una sonrisa un poco forzada. Si le agradaba el blondo, pero no había desarrollado la suficiente confianza en el, pero lo quería y apreciaba. –

–Hola, estoy bien, ¿y ustedes? –preguntó el rubio en respuesta. Su semblante era calmado y serio, como siempre. Un zombie en vida. –

–Bien. –respondieron Kurenai y Aoi al unísono, totalmente sincronizados. –

–Que bueno. Oye, Valt, ¿trajiste las libretas que te preste ayer? –inquirió el de ojos carbón viendo al aludido. –

–¡Cierto! Toma. –el peli-azul buscó en su mochila, sacando seis libretas y le entregó unas a Free. –Gracias. –después se giro en dirección a Shu. –Toma, gracias. –y también se las entregó. –

–Sin problema, cualquier otra cosa nos dices. –repite. Valt asiente con una sonrisa. –Bueno me voy a mi lugar. –habló Shu un poco más serio de lo normal, lo cual no pasó desapercibido por el oji-carbón. –

–Ey, ¿Estás bien? –preguntó el rubio mientras examinaba al albino de abajo a arriba, en busca de algo que delatar a su condición o lo que tenía así, pero no encontró nada, tal vez solo estaba imaginando o exagerando las cosas. –

–Si, solo tengo un poco de sueño. –se excusó, en parte era verdad, pero en esos momentos solo quería estar solo y meditar lo que Valt le acababa de decir. No sé imaginaba lo que el niño tuvo que pasar a tan temprana edad y el se quejaba de que no le ponían atención. Patético. Pensó Shu. –

–Mmm, ok. –respondió no del todo convencido con la respuesta tan seca proporcionada por Shu. Sabía que algo tenía Kurenai pero no quería insistir y que su amigo se sintiera presionado, prefería que el mismo se acercara y se lo contará. –

Creía ciegamente que Shu confiaba en él y Aiga tanto como ellos en el.

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No se que poner, así que me voy.

Sayonara!

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