No Se Me Ocurre Nombre

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–Oye, ¿Por qué cargas a Wakiya? –preguntó inocente Valt al ver a Randaro entrar al comedor con Wakiya en su espalda. –

–Porque me quiere consentir. –contestó Wakiya y se aferro más al cuello del otro rubio. –

Ante esa repuesta Valt solo volteó a ver a Shu haciendo puchero y el albino rápidamente entendió la indirecta.

–Está bien, ven. –murmura Kurenai mientras se lecabtaba de su asiento y se ponia de cuclillas frente a su pareja. Valt rápidamente se subió en su espalda. –¿Contento?

–Sip, gracias.

–De nada, puercoespín. –responde sonriendo, feliz de que su pareja estuviera contento. –

–Ajam. –Aiga fingió aclararse ma garganta en hoz baja, con el único fin de llamar la atención de su pareja. –

–¿Qué? ¿Quieres que te cargue o que?

–Pues no estaría mal. –murmura haciendose el desinteresado. –

–Bueno. –Fubuki tomó al castaño por la cintura y lo levantó para cargarlo como un costal de papas. –

–¡Pro así no, animal! ¡Bajame! –exigió mientras daba patadas al aire y golpes débiles a la espalda del rubio mientras su rostro se sonrojaba de vergüenza. –

–¿Quien te entiende? Quieres que te cargue, pero te cargo y pides que te bajé. –pregunta en un suspiro falsamente irritado y hacía lo ordenado, bajando al castaño.–

–... ¿Quieres que te cargue, Lui? –Free le preguntó a Shirosagi en voz baja. –

–Ni siquiera pienses hacerlo, vago. –advirtió. –

–Como tu quieras.

–Oye, Antorcha, ¿Qué vamos a desayunar? –interrumpe Valt, llamando al dueño de la casa. –

–¿¡Cómo me dijiste!? –exclama Lui, mirando feo a Aoi. –

–Antorcha.

–¡Free, dile algo! –exije Shirosagi, mirando a su novio. –

–Solo cuando te conviene ¿Verdad? –dice divertido. –

–Ya, ya, no peleen tan temprano... –interrumpe Aiga, siendo la voz de la razon esta ocasión.  –Pero ¿Qué vamos a desayunar? –pregunta al final, mirando a Lui. –

–No lo sé... ¿Panqueques?

–¡Si! ¡Shu, vamos al comedor! –dice con emoción Aoi, mirando a su novio, aun estando sobre su espalda. –

–Como órdenes, bonito. –Kurenai acató la orden de su amado y ambos se fueron al comedor, Shu sin bajar al mas bajo y detrás de la pareja iban todos los demás. –

–Buenos días, joven Lui, ¿Qué desea de desayuno? –pregunta una voz desde el comedor, sobresaltando a todos menos al aludido. –

–Buenos días, Norman, ¿podrías hacer panqueques para todos, por favor? –responde Shirosagi.  –

–En seguida. –responde dando una pequeña reverencia y sin esperar nada más se retiró a hacer lo pedido. –

–¿Quien era ese? –pregunta desconfiado Free, mirando cin recelo en la dirección que se fue Norman. –

–Es Norman, mi mayordomo.

–¿Tienes mayordomo?  ¿Dónde estaba ayer? –se apresura a preguntar Akaba, impresionado. –

–Fue su día libre. –responde con simpleza,  encogiendose de hombros.  –¿Qué tal durmieron?

–De maravilla, porque al fin dormí con la persona que tanto quiero. –responde en tono meloso el albino.  –

CAMBIASTE MI VIDA [editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora