CAMBIASTE MI VIDA [editando]

El Nuevo [editado]

Tras la interrupción de Aiga las clases continuaron sin ningún problema o inconveniente, claro que algunas de las chicas del salón murmuraban sobre el alumno de azules cabellos y ojos chocolate, ¿y quien no se emocionaba con la llegada de un nuevo alumno a tu salón de clases? Es decir, ver siempre las mismas caras y los mismos temas de conversación era aburrido, pero claro que en una semana el recién llegado sería tema viejo, pero de mientras era la sensación en aquel salón de primero de secundaria, así que era muy fácil escuchar cosas como "es muy lindo" "es adorable" "es tierno" "esta chiquito, hay que cuidarlo" y cosas así, ya saben, chicas que sobre-protegian a quien se viera lindo e inocente para ellas.

Pero bueno, termino la clase y apenas salió el profesor entró otro y así consecutivamente, sin darles un segundo de descanso a los pobre alumnos.

Cuando por fin llego el receso todos salieron disparos al patio, ansiosos de estirar las piernas. Nadie quería hablar con Valt, tal vez por pena o solo por maldad, quien sabe. Todos salieron menos Shu, Free, Aiga y el pequeño Valt que se sentía algo solo.

–Bueno, Aiga, ¿y ahora por que llegaste tarde? –molestó Kurenai a su amigo el castaño, quién siempre llegaba tarde. –¿tu alarma no sonó de nuevo? –se burló de nuevo. –

Aiga Akaba, un castaño de ojos turquesa. En su mejilla izquierda tiene una A de color rojo, nadie sabe por qué la tiene, ni siquiera el mismo Aiga. El castaño es amigo de Shu y Free, pero este, por el contrario de sus amigos, no era el más aplicado, pero mantenía un promedio bastante decente y se sabía defender en algunas materias.

–No, Shu, mi alarma no sonó y me quede dormido. –Akaba se intento justificar ¡pero era cierto! Su alarma no sonó... ¿O no la escucho? –

–¿Cuándo será el día que llegues temprano? –se burló De La Hoya, negando por la torpeza de Alaba. –

–Bueno, bueno, –irrumpió las burlas de Free y las risas de Shu, ya un poco molesto de ser el payaso. Aunque así era su relación, todos se reían de las desgracias de los otros. –¿Quién es el? –inquirió mientras veía a Valt, quien se puso un poco nervioso ante las miradas de los tres amigos. Hasta el momento el oji-castaño sólo se había mantenido escuchando la conversación como un chismoso de primera. –

–El, mi querido Aiga, es Valt Aoi, el nuevo. –presentó Shu a la par que se acercaba al peli-azul. –Hola, mucho gusto, mi nombre es Shu Kurenai y ellos son Free De La Hoya y el castaño que llego tarde es Aiga Akaba. –terminó de hablar, señalando a cada uno al decir sus nombres. –

–Si necesitas algo, solo pídelo. –ofreció el blondo, sin mucho interés en su voz. –

Valt paseaba su mirada dudosa en los tres amigos, dudó un poco, pero finalmente habló.

–Bueno ahora que lo dices, ¿me podrían prestar sus apuntes? –pidió de manera amable Aoi, aún un poco nervioso, no se quería aprovechar ni nada, pero de verdad necesitaba los apuntes y ponerse al corriente con las clases. Si estando todos los día den clases no entendía ahora menos. –

–Eso es fácil, estos dos son los indicados para este trabajo, después de todo ustedes son de los mejores del instituto. –habló el castaño de ojos turquesa mientras señalaba a Shu y Free. Le gustaba presumir a sus amigos, estaba orgulloso de ellos, aunque nunca lo admitirá en voz alta, ni siquiera sí su vida depende de ello, tenía una imagen y orgullo, gracias. –

–Claro, por mi esta bien, te presto unas libretas, te las puedes llevar a casa pero mañana me las traes. –Free acepto prestarle sus apuntes al más bajo con esa pequeña condición. –

–Yo también te prestare algunas, pero mañana me las devuelves, ¿Si? –habló Kurenai. –

–Esta bien, gracias. –agradeció amable Aoi. –

Así Free y Shu le dieron unas cuantas libretas y aprovechando que empezaron a hablar se pusieron a platicar sobre cosas triviales, más que nada le preguntaban a Valt cosas de su antigua escuela , como su vida, pasatiempos, gustos y cosas asi, pero claro que Shu casi no decía nada, pues no quería que nadie se enterara de la actual situación de su hogar y menos un desconocido como lo era Valt, que es como tenía catalogado al recién llegado, por lo que prefería callar y escuchar las anécdotas de los otros tres con atención y anhelo al oír sus divertidas vidas en familia.

Sin poder evitarlo los celos se hicieron presentes en Shu. El también quería una linda familia. Quería poder hablar de ella. Quería ser querido por su familia.

Para ninguno de los dos fue raro el silencio de Shu, pues Aiga y Free sabían que no era de hablar mucho y Valt simplemente pensaba que esa era su personalidad, lo cual no estaba tan alejado de la realidad.

Lamentablemente se termino el receso, todos ingresaron de nuevo al salón y las clases prosiguieron como siempre, hasta que la hora de salir finalmente llego y todos suspiraron aliviados, un día más terminado.

Los cuatro se despidieron para posteriormente dirigirse a sus respectivos hogares y descansar y hacer las pocas tareas encargadas.

Shu suspiró derrotado, regresaría a casa a pelear con su querida tía, ver como consienten a Ken y como Xander tiene la libertad de hacer lo que le plazca mientras el se dedicaba a hacer tarea, ordenar algunos cuartos, hacer la cena entre otras mil tareas del hogar.

Que lindo.

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Estoy feliz de que si se puedan hacer más largos los capítulos.

Lo sé, aún está corto, pero se me va la inspiración y créanme que ya no se que poner para alargar más, sin más me despido.

Sayonara!