Al día siguiente.
Con Aiga y Free.
Era el inicio de un nuevo día, apenas era sábado por la mañana y Free se comenzaba a remover en la cama en un intento de volver a conciliar el sueño, pero le era imposible volver a dormir, por lo que después de minutos se sentó en la cama de mala gana y miró a Aiga, quien yacía dormido al otro extremo del colchón.
Mírenlo, durmiendo plácidamente... Si yo no puedo dormir, el tampoco. Pensó el rubio viendo feo al castaño.
–¡Aiga, ya despierta! –empezó a llamar al castaño para que se despertará. –
–Cinco minutos más, má. –murmuró aún con sus ojos cerrados. –
–¿¡Qué cinco minutos más ni que nada!? ¡Despierta! –gritó el rubio nuevamente mientras tiraba al castaño de miraba turquesa de la cama sin nada de tacto. –
–¡Ya desperté! –exclamó el contrario alterado desde el suelo. –
Mientras tanto, con Shu y Valt.
Valt, al igual que Free, empezó a despertar poco a poco, se trató te estirar levemente pero en ese momento se dió cuenta de que Shu lo estaba abrazando por la cintura y que el estaba escondido en su pecho.
–*Se ve tierno cuando duerme… –piensa Valt mientras ve el rostro pálido de Shu. –*Yo le quiero decir lo que siento, pero si lo hago en estos momentos es casi seguro que me rechazará, y tal vez no me quiera volver a ver.* –pensó y estiró su mano, tratando de acariciar la mejilla de Shu pero en eso ve que el albino empezaba a moverse, señal de que despertaría, así que se hizo lo que se le ocurrió en el momento... Se hizo el dormido. –
Mientras Valt trataba de no reírse y hacerse el dormido, Shu abría sus ojos carmín y al instante en su vista aparece el peli-azul en sus brazos, el menor durmiendo cómodamente acurrucado en su pecho.
–¿Pero qué...? ¿En qué momento...? ¿Por qué...? –se preguntó a medias a sí mismo en un susurro para evitar despertar al chico que tenía entre brazos. –¿Por qué siempre que duermo contigo despierto abrazándote? –soltó un suspiro sin encontrar una respuesta. Shu en la actualidad no era alguien de mucho contacto físico como muestras de cariño. –...Bueno, que se le va a hacer. Hoy es un nuevo día.
El albino se separó de Valt con cuidado de no despertarlo y se acercó a su maleta para sacar ropa, cambiándose ahí mismo, pensando que Valt estaba en el séptimo sueño. Al mismo tiempo que Shu se vestía el peli-azul abrió levemente un ojo para ver qué sucedía, pero sin querer vio a Shu cuando se estaba terminando de cambiar, lo cual ocasionó un leve sonrojo en las mejillas del menor. Shu al notar esto se acercó a él, y los nervios crecían más en Valt, así que decidió empezar a removerse en su lugar, fingiendo que apenas despertaba.
–Mmm, buenos días, Shu. –habló fingiendo estar adormilado. –
–¿Hum? Hola, buenos días. –devuelve el saludo el albino. –Oye ¿Te sientes bien?
–S-si ¿por qué?
–Es que te veo un poco rojo, ¿Tendrás fiebre?
–N-no es nada. –bien, estaba sonrojado y se pone a balbucear, bien hecho, Valt. –
–¿Esta bien? –responde no muy convencido, aunque prefiere no presionar. –Yo voy por Ken ahora vengo.
–Esperame, te acompaño.
–Bien, pero apúrate.
El oji-café acató la orden, cambiándose lo más rápido que pudo, casi cayendo en el proceso, pero sin importarle demasiado y causando pequeñas risas en Shu ante la escena. Una vez estuvo listo ambos salieron del cuarto, y los dos se dirigieron al cuarto de Ken y Naru.
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CAMBIASTE MI VIDA [editando]
RomanceShu Kurenai, un chico de trece años al cual la vida lo obligó a madurar, dejando de socializar y solo siendo un chico ejemplar, que considera ala amistad como peligrosa. ¿Qué pasará cuando llegué un chico de lindos ojos a intentar entablar amistad?