Mi Familia [editado]

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Ambos partieron a la casa del más alto en silencio,  Valt se sentia incómodo, pero tampoco hizo ningun intento de entablar una conversación y después de un rato de caminar el albino anunció que ya estaban cerca de llegar a casa.

–Bueno, llegamos. –mencionó Shu al mismo tiempo que se detiene frente a su casa. Parece querer tiempo para tomar valor, pero no dice mas. –

Shu toma las llaves de su mochila y abre la puerta, dejando que Valt entré primero y asi ambos ingresan a la casa de los Kurenai. 

–Llegamos, estamos en casa. –anuncia sin emoción el albino desde la entrada. –

Pasan unos segundos que para Valt son eternos mientras esperan a que alguien responda. Pronto una señora aparecio en el pasillo con una sonrisa amable.

–Shu, hola, ¿Qué tal la escuela? ¿Y tu amigo? –empieza a hablar la señora amablemente. Su cabello blanco (como el de Shu) era atado en un moño bajo y su rostro demostraba su edad, pero aun se veía como alguien elegante. Valt estaba atras de Shu y por eso no lo había visto.  –

–Es él. –Shu se hace a un lado, dejando ver a Valt y evita hablar mas. –

–Hola, mucho gusto, mi nombre es Valt Aoi. -se presentó con una sonrisa Valt, mirando a la mayor. -

–Oh, un gusto, Valt, yo soy la tía de Shu, Fuyu Kurenai. –sonríe, cosa que molestó a Shu, quien solo podía ver aquel acto como la perfecta definición de hipocresía, pero no dijo nada, se limitó a ver aquella breve presentación. –

–Bueno, iremos a mi cuarto a hacer el proyecto,  tía.  –dice el albino, mirando a su tía y esperando un asentimiendo de su parte. –

–Esta bien, yo les hablo cuando vayamos a comer. –responde, sin quitar esa sonrisa falsa que le provocaba náuseas al albino. Shu hizo un gran esfuerzo para no rodar los ojos. –

–Sí, tía. –murmura, pero en su garganta estaba atorado un grito hacia a su tía. De verdad que ya estaba harto con esa historia de famila feliz y perfecta.  –

Sin decir mas, el peli-azul y oji-carmín subieron, con la clara intención de entrar al cuarto de Kurenai, pero sus intenciones fueron mandadas por un tubo al encontrarse con Alexander Kurenai, (comúnmente llamado Xander), el hermano mayor de Shu.

–Ey, Shu, ¿Cómo estás? –saluda Xander con una enorme sonrisa, pero al igual que la señora Kurenai ,era una sonrisa falsa. Xander nunca hablaba con Shu, salvo que hubiera visitas. –

–Hola, Xander, estoy bien. -contestó forzando una sonrisa también, pero por dentro maldecía las estúpidas actitudes de su familia. –

–Me alegra oír eso. –dice con la sonrisa aún y desvia la mirada, mirando fijamente a Valt. –¿Quien es el? ¿No nos vas a presentar?

–Valt, el es Alexander Kurenai, mi hermano mayor, puedes decirle Xander. Xander el es Valt Aoi, un compañero. –presenta vagamente y con un tono monótono.  –

–Mucho gusto, Xander. -sonrió como siempre Valt, estirando la mano pars estrecharla con el mayor. -

–El gusto es mío. Shu, voy a salir con los chicos, Valt, siéntete como en casa.

–Gracias,  adios.

Xander bajó las escaleras tras despedirse, a los segundos se escuchó la puerta abrirse y cerrarse,  indicando que Xander salió de casa. Mientra tanto Valt y Shu entraban a la habitación del albino.

–Que agradable es tu familia. –comenta Valt en voz baja, pero alegre. –

Shu rodó los ojos. Vaya que la actuación de la familia Kurenai era impecable. Siempre que había visitas era lo mismo, fingir que eran una familia feliz,  unida y perfecta.

–Eso dicen todos. -habló en voz baja Shu pero Valt lo alcanzó a escuchar y no entendió sus palabras. –

–¿Qué quieres decir? -pregunta.  Valt realmente quiere tratar de entender a Shu. -

–Siempre hacen lo mismo, fingen que les importó,  que somos una linda familia unida y feliz. -escupió aquellas palabras con notable molestia. Valt lo miró, sin saber que decir para ayudar o aligerar el ambiente,  asi que Shu suspira y toma la palabra de nuevo. –No importa, venimos a hacer el proyecto.

Valt se limita a asentir y ambos retoman el proyecto para continuar. Recopilaban y escribían la información,  inversos en el trabajo que un grito llamandolos de repente los hizo dar un respingo a ambos.

–¡Shu! ¡Valt! ¡Bajen a comer! –los llama la tía de Shu desde abajo.

–¡Ya vamos, tía!  –responde Shu y se levanta del suelo. –

Ambos se estiran brevemente y despues bajan. Shu guíaa Valt al comedor y se sientan. Ni Xander y Ken estaban, lo cual tranquilizó a Shu, ahora realmente noquería tener que lidiar con las actuaciones de sus hermanos.

Así que solo comieron Shu, su tía y Valt. La tía del albino le preguntaba algunas cosas triviales a Valt para hacer platica y Shu se mantenía en silencio,  mirando su plato de comida como si fuera lo mas interesante del mundo.

–Muchas gracias, estuvo muy rica la comida. –agradece Aoi al terminar de comer. –

–No hay de que, me alegra te haya gustado. –responde sonriente la mayor. Realmente el niño de cabelll azul le había caído muy bien. –

–Por cierto, tía, Free organizó un viaje y nos invitó, así que quería ver si me dabas permiso de ir. –habla por primera vez Shu, mirando a su tía con una expresion aburrida, pero su tono era levemente suplicante. –

–Bien, pero hay una condición, tienes que llevar a Ken.

–Pero tía, me invitaron a mi, no a Ken. –se queja molesto y no trata de ocultarlo. Si la actuación de familia feliz le molestó a Shu, imagínense como se puso ante aquella ridicula y tonta condición impuesta por su tía.  Se supone que sería viaje entre amigos. –

–Si no llevas a Ken, tú no vas. –responde en calma pero retando con la mirada a su sobrino. Shu sabía que lo decía en serio. –

–Esta bien, llevare a Ken. Le dire a Free. –contestó con notable enojo, aunque intento con todas sus fuerzas no decir nada grosero mientras su tía sonreía victoriosa al ver que Shu cedió. –

A regañadientes Shu regresó a su cuarto, siendo seguido por Valt que se mantuvo callado. Cuando ambos estubieron dentro de la habitación del albino, este mismo se dejó caer en su cama, ahogando un grito en su almohada. Valt se quedó de pie cerca de la puerta, mirando lo que cualquiera podría catalogar como un berrinche infantil de parte de Kurenai.

–¿Por qué no quieres llevar a tu hermano al viaje? –se atrevió a preguntar Valt cuando vio que Shu ahora dolo estaba con la cara en la almohada, sin gritar ni moverse. –

–Porque cuando lo llevo a algún lugar lo tengo que estar cuidando. Me convierto en su niñero y no puedo despegarme de el. –responde, su voz siento ahogada por la almohada pero Valt logró escuchar todo. –

–Oh, ¡No te preocupes! ¡Yo te ayudo a cuidarlo! –dice Valt, tratando de levantar el animo del albino. –

Ante aquella respuesta Shu se sorprendió y levantó la cara, mirando a Valt, pero no dijo nada más. Suspiro mientras se paraba de la cama y dejaron el tema, volviendo con el proyecto. Así pasaron al rededor de 3 horas y media.

–Al fin terminamos. –celebra Shu. Estaba cansado, pero quedó conforme con el resultado final. -

–Quedo genial y lo terminamos en dos dias. –dice Valt, sonriendo mientras tomaba sus cosas.  –Bueno ya me voy a mi casa.

–¿Seguro? ¿No te quieres quedar? –los ojos carmín se posan en la figura del mas bajo. –

–No, gracias, se hara mas tarde. –responde y se cuelga la mochila en el hombro. –Bueno te veo en la escuela mañana.

–Esta bien, cuidate.

Shu acompaña a Valt a la entrada. El peli-azul se despide de la señora Kurenai y finalmente sale de la casa de los Kurenai.

Esa misma noche.

–¿Por qué no quería que Valt se fuera? –se pregunta a sí mismo Shu en voz baja mientras miraba el techo.  Realmente se sentía confundido. –

CAMBIASTE MI VIDA [editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora