CAPÍTULO 29.

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Aarón.

Aisley se relajó notablemente después de que le pidiera a Pía que me enviará una fotografía del cuadro. Las hormonas son peores que en el embarazo de Aidan y el hecho de que haya eliminado la conversación solo lo hizo peor para ella. Intento tener paciencia pero a veces es muy difícil. Se quedo profundamente dormida pero yo no podía hacerlo.

La prueba de paternidad, el testamento de Adrik, mi madre sintiéndose mal... simplemente es un caos.

— ¿Sin poder dormir? — Darrell entra al despacho. Asiento suspirando. — ¿Esta todo bien con Aisley? — Alzo una ceja. — La escuché llorar. — Suspiro y le resumo lo que pasó.

— Esta más celosa que nunca.

— Sigo pensando que fueron demasiado rápido. — Alzo ambas cejas.

— ¿A qué te refieres exactamente?

— Aarón, tenían algunas semanas juntos cuando Aisley quedo embarazada, fue demasiado rápido. — Aprieto la mandíbula, no estoy para sermones de mi hermano. — Corrieron antes de comenzar a caminar.

— Darrell, no vayas por ahí.

— Solo te estoy diciendo la verdad hermano. Tenían menos de un mes juntos y Aisley ya tenía dos semanas de embarazo, en un mes de relación muchas parejas ni siquiera han pasado una noche juntos.

— Darrell. — Le advierto.

— Sabes que tengo razón. Ni siquiera tuvieron tiempo para conocerse en serio y saber si de verdad querías estar con ella, todo eso lo hicieron mientras ya estaba embarazada. Comenzaron a vivir juntos, se convirtieron en los padres de Andrei y luego nació Aidan.

— No hables de lo que no sabes.

— Eres mi hermano Aarón y pasaste años sin tener una relación en serio después de Ekaterina.

— Algún día tenía que casarme y tener hijos, ¿No? Mil veces me lo dijiste. — Respondo con ironía.

— Siempre te pones a la defensiva cuando se trata de Aisley. — Resopla.

— Aisley es mi esposa, ¿Me vas a venir ahora con que no te parece o no te cae bien?

— No tuviste tiempo ni siquiera de conocerla tú mismo antes de dejarla embarazada, mucho menos nosotros. — Esta conversación no me gusta y no quiero añadir a mi dolor de cabeza una pelea con mi hermano. — No habías tenido una relación en años. Vivías solo en una mansión, Ángelo era tu única compañía, hacías lo que quisieras sin tener que darle explicaciones a nadie, podías follarte a quién quisieras. Siempre has sido muy impulsivo y haces las cosas sin pensar.

— Aisley es mi esposa, es la madre de mis hijos y la mujer que amo, ni siquiera intentes compararla con Ekaterina o comparar mi relación que es totalmente distinta. Con Aisley no tuve que pensar y no me arrepiento de nada.

— Y no te estoy diciendo que lo hagas, simplemente que su relación es muy distinta a las convencionales.

— No soy ordinario y mis relaciones tampoco lo son. Sé lo que quiero con Aisley, por eso le pedí que se casará conmigo, no necesite esperar cinco años como tú. No te metas en mi vida y ten cuidado con lo que dices respecto a mi esposa.

— ¿Ves? Siempre estás a la defensiva. — Me paso la mano por el cabello. — ¿Qué hubiera pasado si Aisley no hubiera quedado embarazada? ¿Seguirías con ella?

— El hubiera no existe, quedo embarazada y no sé que hubiese pasado de no ser así y tampoco me importa. Te guste o no, te moleste o no, Aisley lleva nuestro apellido y es la madre de mis hijos. — Sonríe y eso me molesta.

AMOR Y SEDUCCIÓN. (TS #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora