CAPÍTULO 33.

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Aisley.

La tormenta en San Petersburgo se detuvo y pudimos estar tranquilamente dos días más con nuestros hijos. Viajamos a Moscú y conocí otra sede del Corporativo. Aarón me deja decirles a todos sobre la reunión en Nueva York y me emociona conocer a todos los directores.

Regresamos a Florencia y no dejé que Betty se retractara sobre venir con nosotros. Durante el vuelo de regreso a Nueva York, Aarón y yo enviamos los emails a todos los directores. En dos semanas deberán presentarse sin excusa alguna.

Darrell, Aleshka, Maxim, Melinna y Matthew regresaron a Suiza.

Dejamos el frío de San Petersburgo y la tranquilidad de Florencia para regresar al caos de cuerpos sin vida, desapariciones y abusos sexuales que se convirtió Nueva York.

Como si todos tuvieran un radar para Aarón en cuanto pone un pie en Nueva York su celular comienza a sonar con insistencia. Archie, Mariana, Susan, Miller, jueces y todos.

Bajo del jet con Aidan escondido en mi cuello durmiendo profundamente. Danielle y Régine nos esperan en el aeropuerto, y por increíble que parezca Aitana corre a sus brazos, antes le tenía miedo.

- ¿Cómo estás? - A Régine se le comienza a notar su embarazo.

- Tengo muchas náuseas, mareos y quiero matar a Danielle. - Él nos mira con la boca abierta y yo suelto una carcajada.

- Normal. - Me encojo de hombros. - Entonces estás muy bien.

Mi nana me rodea con sus brazos apenas cruzamos la puerta.

- Hola nana. - Me da un beso en la frente y luego otro a Aidan que sigue en mis brazos.

En cuanto lo dejó en su cuna se estira completamente y vuelve a dormirse. Es como Aarón. Todos se van quedando dormidos poco a poco y por supuesto yo no soy la excepción. Eran las 7:00am cuando aterrizamos y al día siguiente nuestros hijos van al colegio.

Será el primer día de Aitana y yo regresaré al Corporativo. Prácticamente solo nos despertamos para comer, Aarón apagó su celular para que nadie nos molestará.

- Mi amor, despierta. - Aquí vamos con tardar diez minutos para que se despierte. - Pareces un niño, despiértate. - Le doy un beso y entre abre los labios, esta despierto. Acaricio su cabello y está húmedo. - ¿Te duchaste?

- Baje al gimnasio una hora, por eso estoy despierto. - Se gira quedando entre mis piernas y me besa. - Buenos días princesa. - Enredo mis dedos en su cabello volviendo a besarlo.

- No, no, tenemos que despertar a los niños. - Intento empujarlo cuando siento su erección entre mis piernas.

Me baja los pants de la pijama y ya me rendí al sentir sus manos en mis piernas. Le quitó la camiseta y me muerdo el labio inferior.

- Rápido. - Suelta una carcajada.

- Yo no puedo decirte que no y tú no sabes decirme que no a mi. - Olvido lo que me dijo cuando sus dedos se hunden en mi interior y su lengua se abre paso entre mis labios.

- ¡Aarón! - Rasguño su espalda cuando entra demasiado profundo. Sus dedos se entierran en mi cadera.

- Mírame. - A regañadientes lo hago y ambos nos corremos.

Después de eso ya no quiero moverme. Las piernas aún me tiemblan alrededor de su cintura. Hasta que vemos la hora y nos levantamos de golpe.

- ¡Te dije que teníamos que despertar a los niños! - Sonríe maliciosamente y me da un beso en el cuello cuando me pongo el albornoz con la entrepierna pegajosa. - Tú despierta a Aitana y yo a Andrei.

AMOR Y SEDUCCIÓN. (TS #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora