CAPÍTULO 50.

532 35 2
                                    

Aarón.

Estuvimos una hora en el hospital, pero considerando que tenemos a un bebé prácticamente recién nacido en casa tuvimos que irnos y lo hice en contra de mi voluntad. Es mi hermana. Pero también son mis hijos así que no nos queda opción. Dormimos algunas horas — las que Aarón nos permite dormir — es demasiado tranquilo pero no deja de ser un bebé que necesita comer cada tres horas.

— Voy a ducharme. — Aisley pone en mis brazos a Aarón después de que ella le diera de comer.

Esa sensación de paz y tranquilidad que solo obtengo al tener a mi hijo sobre mi pecho.

— Papi. — Aitana entra a la habitación frotándose los ojos.

— Ven aquí mi amor. — Se sube a la cama, primero le da un beso a Aarón y luego a mi. — Buenos días. — Se acurruca en mi brazo.

— Buenos días papi. — Me abraza y también acaricia a Aarón.

— Buenos días. — Andrei entra tomando de la mano a Aidan que solo nos saluda con la manita.

Tengo a mis cuatro hijos rodeándome y encantados con Aarón, incluso Aidan que ya dejó los celos, aún no aprende a acariciarlo suavemente.

— ¿Y mamá? — Pregunta Andrei.

— Duchándose, recuerda que tenemos que ir al hospital con la tía Ninette.

— Papi, ¿Es una niña?

— Aún no lo sabemos princesa, recuerda que ella quiso que fuera sorpresa.

Desayunamos con nuestros hijos y dos horas después mi madre nos avisa que ambas están bien, fue una niña y yo puedo respirar aliviado. Nos dejan ver a mi sobrina a través del cristal y es hermosa, inmediatamente me hace recordar al día en que mi madre llegó a casa con Annia en brazos. Ya que Ninette sigue dormida regresamos a casa durante un par de horas.

— Es una niña mi amor. — Aitana aplaude feliz.

— ¿Cómo estás? — Beso la frente de mi hermana cuando volvemos al hospital.

— Cansada. — Hace un gesto de dolor cuando intenta incorporarse. — ¿Por qué no me dijiste que dolía tanto? — Le pregunta a Aisley.

— Para no asustarte.

Una enfermera entra empujando la cuna de una preciosa bebé.

— Eres su padre, pero yo su tío, hazte a un lado. — James me fulmina con la mirada cuando tomo a la bebé.

— Es preciosa, ¿Verdad? — James está enamorado de la pequeña.

— Mientras no se parezca a ti, todo perfecto. — Suelta una carcajada. — ¿Cuál será su nombre?

— Karina Hopkins. — Responde James y tengo que entregarle a su hija.

— Como mamá. — Mi hermana sonríe cansada.

Por supuesto nuestra madre solloza al saber que su nieta llevará su nombre. James y yo somos buenos amigos desde hace siete o quizá ocho años, pero mentiría si negara que hubiese preferido que Cane fuera el padre de esta bebé.

● ● ●

Una semana después tenemos que testificar en el juicio de Jesse White, fuimos los últimos involucrados e incluso llaman a Murphy a testificar ya que fue el médico encargado de mi caso. El juicio lleva poco más de tres meses. Aisley insistió en acompañarme y mientras narro lo que pasó antes de que me disparará no deja de mirarme ni un solo segundo.

AMOR Y SEDUCCIÓN. (TS #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora