CAPÍTULO 19.

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Aarón.

Mi conversación con Aisley se quedó en mi mente mientras estábamos en silencio dentro del agua. Me quito la mascarilla que nuevamente volvió a obligarme a usar y que nuevamente termine aceptando.

Mi bella esposa se quedó profundamente dormida entre mis brazos como cada noche. La observé dormir durante unos minutos, hundiendo la nariz en su cabello e inhalando ese delicioso aroma dulce que siempre lleva. La abracé con un poco más de fuerza e inmediatamente se acomodó ajustando su cuerpo al mío, entrelazando nuestros dedos aún dormida.

— ¡Papi, papi! — La cama se mueve y en este momento no quiero ser papi de nadie, solo dormir. — ¡Despierta!

¿Por qué los niños tienen tanta energía tan temprano?

— Papi. — Susurra en mi oído.

Amo a la niña con ojitos grises que en este momento se encuentra encima de mí, pero quisiera que dejará de hablar y se durmiera conmigo.

— Papi. — Me da un beso en la mejilla.

— Mmmmh. — Murmuro.

— Despierta. — Me dice bajito.

— No. — Me giro haciéndola caer a la cama bajo mi brazo.

Se acurruca contra mi pecho poniendo una de sus manos en mi pecho y luego se queda dormida.

— ¡Arriba! — Exclama mi madre abriendo las putas cortinas. Aitana se revuelve junto a mi pecho.

— Mamá, cierra las malditas cortinas. — Abro los ojos y tiene las manos en la cintura.

— Es increíble que tenga que venir a despertarte como cuando ibas al colegio. — Suelto una carcajada. Aitana se incorpora con el cabello revuelto, aún con su pijama de princesas.

— ¿En dónde está Aisley? — Aitana me da un beso en la mejilla y luego se recuesta sobre mi pecho.

— Abajo desayunando con Ezra, Annia y Andrei. — Acaricio el cabello de Aitana, aunque lo tiene todo hecho nudos. — Mi amor, ve a desayunar con mamá. — Le dice a Aitana sutilmente, lo que quiere es hablar conmigo a solas.

— Ve. — Le doy un beso en la mejilla y luego la bajo de la cama. Lleva su conejito en la mano izquierda casi arrastrándolo. En cuanto cierra la puerta mi madre saca algo de su bolsa y me lo lanza a la cara. — ¿Qué te pasa? — Lo tomo y luego reprimo una carcajada. Es mi bóxer que terminó en algún lugar de la casa en la madrugada. — Mamá, es mi casa y Aisley es mi esposa, no vengas como si fuera otra mujer.

— No estoy diciendo algo, solo quería lanzarte algo por haber hecho llorar a tu hermana ayer. — Ya sabía que a eso venía. — Y nunca encontré ropa interior tuya o de alguna mujer por tu casa cuando venía a visitarte.

— Porque nunca lleve a nadie a mi casa. — Me encojo de hombros.

— Ajá. — Cruza los brazos.

— Mamá, no pienso tener otra estúpida discusión por quién me follaba antes y en dónde.

— No tengo que preguntarte como para saber que lo hacías con las mujeres de ese club que mis hijos son dueños. — No pienso discutir de nuevo así que salgo de la cama y por supuesto me sigue hasta el baño.

— Mamá, no voy a discutir contigo. — Me mira mal mientras me cepillo los dientes. Efectivamente me siento como cuando iba al colegio y estaba detrás de mi hasta que estuviera listo. Despertarme jamás ha sido lo mío. — Y no voy a dejar a Ninette sola, ¿Por quién me toman?

— ¡Es justo lo que vas a hacer!

— No mamá, jamás lo haría y por favor deja de discutir por esto, es un asunto entre Ninette y yo.

AMOR Y SEDUCCIÓN. (TS #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora