"When you are young they assume you know nothing"
Cardigan/Taylor Swift
¿Qué es el amor? No sé, soy de la idea de que nunca se puede estar seguro del todo, por eso prefiero no correr riesgos. Excepto en una cosa, de la cual he estado seguro hasta el día de hoy.
Primero hay que hablar de la serie de sucesos que me llevaron hasta allí.
Todo comenzó una mañana a principios del verano cuando tenía 8 años. Estaba en la playa cerca de mi casa jugando a lanzar guijarros al mar, solo como siempre.
Mamá fue a buscarme más temprano de lo normal. No me dio ninguna razón y tampoco se la pedí, aunque desconfiaba de su comportamiento. Su palabra era ley para mí cuando era niño. Al llegar a casa nuestras maletas estaban en la sala. Era obvio que haríamos un viaje.
Más tarde en el aeropuerto entendí que tomaríamos un vuelo hacia Connecticut, hacia la casa de la abuela, supuse que, de vacaciones. Entonces sí que pregunté. Se me hizo raro que papá no fuera con nosotros.
Su respuesta fue contundente: «eres demasiado joven para saber algunas cosas, Robert».
Obtuve una respuesta similar cada que preguntaba durante, lo que calculo fueron las cinco semanas luego de que llegaramos a casa de la abuela, sobre lo que estaba pasando.
Los adultos se callaban cuando yo entraba en una habitación o empezaban a deletrear. Creían que por tener 8 años era tonto, como en general las persona piensan que son los niños. Hablaban de papá y de una amiga de mi mamá llamada Kelly, a quien denominaban una puta traidora y de la bastarda que tuvo con ella. También hablaban acerca de divorcio.
¿Significaba aquello que no íbamos a regresar a casa?
No es que fuera a extrañar a los de la escuela ya que no tenía muchos amigos. Sin embargo, era todo lo que yo conocía: mi vecindario, mi casa, mi cuarto, mis juguetes ¡Mi padre! Según mi libro de geografía, California estaba muy lejos de la casa de la abuela.
Días después los escuché a reñir por teléfono cuando mamá creyó que ya estaba dormido. Papá estaba en la ciudad para llevarle unos papeles y que se presentaría en la casa de la abuela a la mañana siguiente.
Desde que me levanté no hubo poder humano que me desprendiera de la ventana del jardín, no me movería hasta que llegara mi papá. Vi su autor asomarse a lo lejos con regalos para mí, el juego de Meccano y el transformer que me faltaba para tener la colección completa.
Presentí algo malo desde que cruzó el umbral de la puerta, pero estaba demasiado feliz con mis nuevos juguetes como para fijarme en otra cosa. Luego escuché los gritos en la cocina, eran mamá y papá casi al punto de los golpes. Mi tío tuvo que separarlos y mi abuela me llevó a rastras hasta la habitación que compartía con mi mamá.
ESTÁS LEYENDO
En prosa o en besos [COMPLETA]
Ficção AdolescenteCuando Sabrina, una ingenua adolescente, desesperada por demostrar que es más que una cara bonita, toca a su puerta para pedirle un autógrafo, Isabella Riverz, la famosa autora, encuentra a la rata de laboratorio perfecta en aquel desastre rubio p...