🍀 | 𝐑.𝐄.𝐍.𝐒 - The Promised Neverland Fanfic en Español

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Una pequeña niña de casi seis años de edad, recién se despertaba de su sueño. Con el número 71194 en su cuello, largo cabello lacio y castaño claro, ojos verdes, tez clara y mejillas y labios rosados era como se describía físicamente a la pequeña Sofi.

Eran las 6AM en Grace Field, por lo que faltaría poco para la hora del desayuno. Los ojos verdes de la pequeña miraban fijamente al techo pensando si levantarse o...

-¡Chicooos, levántenseee! ¡Que sea rápido o van a llegar tarde al desayunooo!

Y ahí estaba su alarma, o más bien su mejor amiga Emma, quien últimamente había agarrado como costumbre despertar de esa forma a sus hermanos.

-Creo que te volví a ganar, Emma.- comentó entre divertida y somnolienta la contraria desde una cama al lado de la pelinaranja.

-¡Ayyy!- se queja- ¡Nunca puedo despertar antes que tú!

-Algún día lo lograrás, pero me gusta esperar a que despiertes y seas mi alarma para el desayuno.- dice esta bajándose de su cama y subiéndose a la de su amiga.

-Pero, ¿Y cuando seamos adoptadas? ¡Dejará de ser así!- Emma comentó preocupada.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de la contraria, haciendo que ciertos recuerdos vinieran a su mente. Sacudió su cabeza retirando todo rastro de ellos y prosiguió.

-¡Eso jamás! Tendrán que adoptarnos juntas o sino... ¡No dejaré que te adopten!- exigió alzando los brazos.

-¿Y qué hay de Norman y Ray?- Emma ladeó su cabeza pensativa.

-¡O nos vamos juntos o no se va ninguno!- volvió a exigir.

-¡O nos vamos todos o no se va ninguno!- apoyó la otra ojiverde.

Ambas se abrazaron, sellando así un recuerdo de por vida en ambas niñas.

-

-¡BUENOS DÍAAAS!- gritan ambas pequeñas amigas mientras corren por los pasillos del comedor.

-Buenos días, pequeñas escandalosas.- se acerca uno de los niños mayores mientras reía un poco y las despeinaba- ¿Cómo están mis dos antenas favoritas?

-¡Súper despiertas!- habla Emma.

-¡Y listas para salir a jugar!- le sigue la otra.

-Querrás decir para desayunar.- le corrigió el castaño.

-¡Pero Aaron- fue interrumpida por el mayor

-Sofi, prometo que después de desayunar jugaré con Emma y contigo, ¿Ok?- le sonrió el ojiazul.

-Háganle caso al mayor, él sabe por qué lo dice.- habló una niña pelinegra de ocho años que pasaba por ahí.

-Buenos días, Susan.- le saludó amablemente el chico.

-¡Buenos días!- le sonrió- Recuerden hacer caso, niñas.

Ambas asintieron. Aaron y Susan dieron su última sonrisa antes de irse a sentar en la mesa.

Sofi suspiró.

Susan era dos años mayor que Emma y ella. De las más inteligentes, aunque no superara al chico, era una de las pocas capaces de competir contra él. Muy madura para sus ocho años, muy unida a varios niños del orfanato y siempre jugaba o leía con el cuarteto de amigos, pues para ellos era como la hermana mayor perfecta.

Físicamente portaba facciones asiáticas; un rostro y una nariz fina y respingada, cabello azabache y lacio y unos hermosos ojos grisáseos, portando el número "01194" en su cuello.