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- SOF -

Estaba acostada mi cama mirando al techo y de vez en cuando mirando a Emma, pues si tenía algún mal sueño, no dudaría en ayudarla. Para ella debió haber sido traumático ver a nuestra pequeña hermana muerta, y más por la forma en la que les arrebatan la vida.

Me he estado preguntando… ¿Cuál es la necesidad de los demonios? ¿Por qué nos comen? ¿Habrán demonios que no coman humanos?

Miles y miles de preguntas venían a mi mente y sin duda no podía dormir.

Escuché a Emma quejarse y la miré, logrando darme cuenta de que estaba temblando. Me levanté de mi cama y fui corriendo a abrazarla, y en eso, despertó de golpe.

—¿Sofi?— me preguntó aún algo dormida.

—Shhh… Tranquila, Emma, estoy acá. No pasa nada— acaricié su cabello para luego dejar un beso en su frente— ¿Quieres que duerma contigo?

La vi asentir y le sonreí, arropándome con la sábana y abrazandola de nuevo. Siempre he actuado como su hermana mayor, pesar de que ella me gana por cuatro meses.

—Sofi, ¿Puedes cantarme esa melodía especial?

Sonreí sabiendo a lo que se refería y empecé a cantarla. Esa canción es especial para mí gracias a Ray, quién me la enseñó desde que éramos pequeños, y desde entonces, es mi favorita.

Dos pequeños niños de unos 4 años estaban sentados en un rincón de la biblioteca a altas horas de la madrugada. La castaña generalmente se le hacía difícil dormir por las noches, y siempre que eso pasaba, el azabache la acompañaba hasta que lograra dormirse.

—¿Ya tienes sueño?— le preguntó la pequeña Sofi a su mejor amigo.

—¿Eh?— un bostezo de su parte se hizo presente— No, estoy bien. Debo acompañarte, ¿No?

Ella sonrió y lo despeinó. Siempre ha amado el cabello del chico.

—Tu bostezo no dice lo mismo. Puedes ir a dormir si quieres, puedo quedarme acá leyendo. Sabes que me gusta mucho.— le señaló los libros.

—No te dejaré sola. Jamás lo haría aunque me obligaran.— le devolvió la sonrisa.

Esa sonrisa que solo él le da a ella.

—Tengo una mejor idea, ¿Y si dormimos juntos?— dijo ella emocionada— ¡Podemos contar historias mientras vemos el techo!

—¿El techo?

—¡Sí! Muchas veces lo veo e imagino cosas que probablemente no pasarán, pero poco a poco me voy quedado dormida. No siempre funciona, pero… ¿Quieres intentar?

El pequeño asintió y ambos procedieron a guardar los libros antes de ir a la habitación del niño. Ya ahí, se subieron a la cama y trataron de acomodarse lo mejor que podían, ya que era una cama individual. Terminaron posicionados de lado y de frente al otro.

—Oye, Ray…— susurró la pequeña.

—¿Sí?— respondió el pequeño de la misma forma.

—¿Realmente crees que podamos escapar de aquí?

—Claro que sí, te lo prometí desde que hablamos por primera vez. ¿Lo recuerdas?

Ella empezó a reír por lo bajo.

—Claro que sí, fue en la biblioteca. Ese ha sido nuestro lugar especial desde entonces.

Él asintió sonriendo un poco.

Los dos se quedaron ahí viéndose sin nada más que decir. Eran niños y eso podría parecer normal para ellos, pero lo que no sabían es que años después, ese recuerdo significaría mucho para ambos.

🍀 | 𝐑.𝐄.𝐍.𝐒 - The Promised Neverland Fanfic en EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora