- SOFI -
Correr por nuestras vidas cuando jugábamos en el bosque de la casa era muy distinto a lo que estábamos viviendo ahora. En casa nos gustaba imaginar que vivíamos una especie de misión imposible, nos hacíamos una completa historia en nuestras cabezas para que a la hora de jugar fuera más épico de lo que lucía.
Pero ahora, todo lo que llegamos a imaginar se estaba haciendo realidad.
Lo que parecía ser un demonio gigante nos perseguía hambriento, deseoso de destrozarnos con cada uno de sus filosos y enormes colmillos.
Veo a mis hermanos correr sin parar, el miedo plasmado en sus rostros me hace querer detenerme y matar al demonio con mis propias manos, pero está claro que no tendría caso. Estoy harta de que todas estas criaturas nos vean como su cena.
No somos comida.
—¿¡QUÉ ES ESA COSA!?— gritó Gilda— ¿¡TAMBIÉN VIENE EN EL LIBRO!?
—¡NO, NO HAY NADA!— respondió Ray de la misma manera— ¡DEBE SER UN DEMONIO!
Pero no es como uno de los de la granja. Estos demonios son salvajes, se comportan como animales que solo buscan comida. No piensan, solo matan a criaturas más pequeñas que ellos para alimentarse.
No habíamos pasado mucho tiempo corriendo y veo como Susan se detiene en seco y se voltea hacia él.
¿Qué está haciendo?
—¡SUSAN! ¿¡QUÉ HACES!? ¡MUÉVETE DE AHÍ!— le gritó Ray, desesperado.
La pelinegra de lo contrario, lo ignoró. No se le veía asustada, de hecho, fue capaz de actuar rápido y sin errores. De su bolso sacó una de las armas con sedantes y disparó tres de estas, dando justo en tres de los ojos de la bestia que estaba a punto de comernos y haciendo que esta dejara de correr.
El demonio soltó un quejido, era un grito desgarrador y muy agudo que nos estropearía los tímpanos de no habernos tapado los oídos a tiempo. Sin embargo, nos llenó de satisfacción ver como este caía al suelo, no sabíamos si vivo o no, pues según lo que me explicó Susan, la debilidad de un demonio está en sus ojos, pues ahí se encuentra su núcleo.
Pero... ¿Y si este tenía más de uno?
No sé si es posible, pero es mejor pensar en todas las posibilidades y estar preparados para cada una de ellas, en lugar de simplemente no hacerlo.
Cansados de correr, nuestras respiraciones se encontraban agitadas y nuestros pechos subían y bajaban.
—¿Qué clase de demonio es este?— preguntó Don.
—Uno salvaje.— respondí— No hay información de ellos en ninguno de los libros de Minerva, pero si los comparámos con los de la casa, estos son totalmente cabezas huecas. No piensan, ni siquiera hablan o caminan en dos patas. Este solo quería comernos.
—Y basándonos en la textura de su piel, sus colmillos y su hambre hacia nosotros, está claro que es un demonio.— añadió Emma— Si fueran los buscadores, nos tratarían como mercancía y no atacaría así como así. ¿Pero por qué no es como ellos?
—Aunque me encantaría, no sabría darles una respuesta a eso.— respondió Susan guardando el arma en su bolso nuevamente— Pero deberíamos encontrar una respuesta al respecto.
—¿Cómo haremos eso? No podemos llevarnos a este demonio...— habló Jemima un poco confundida.
—No haremos eso, no te preocupes.— le dijo Emma con una sonrisa— Pero estoy segura de que este no será el último que nos encontraremos en el camino. Hay que estar preparados.
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🍀 | 𝐑.𝐄.𝐍.𝐒 - The Promised Neverland Fanfic en Español
Fiksi PenggemarUna noche, Emma y Norman infringen la regla de acercarse a la entrada para devolverle a Conny, una niña recién adoptada, el conejo de peluche que se le había olvidado al salir. Sin embargo, al llegar allí descubren que Conny ha sido asesinada por un...