🍀 | 𝐑.𝐄.𝐍.𝐒 - The Promised Neverland Fanfic en Español

🖋️ | EL BOSQUE Y LAS SERPIENTES DE ALVAR PINERA

- SOFI -

Es imposible que solo desaparezcan así como así. Tal vez sea obra de Susan.

Tengo la teoría de que vio algo extraño y los escondió, creyendo que yo igualmente me habría dado cuenta y me escondería junto a Emma y Ray.

O, tal vez actuó demasiado rápido respecto a...

No, es demasiado pronto.

Deben estar cerca, solo tenemos que calmarnos y buscarlos, esperando que no sea ninguno de los buscadores de Grace Field.

—¿No vieron a dónde se fueron?— pregunté atenta a cualquier cosa a nuestro alrededor.

—No, ni siquiera me di cuenta en qué momento se quedaron en silencio.— me respondió Ray, igualmente atento y acercándose de espaldas a mí.

—Tal vez se escondieron de algún enemigo.— mencionó Emma, acercándose de espaldas a nosotros y formando un círculo en son de defensa.

—Fue lo mismo que pensé, pero no veo nada a nuestro alrededor.— le respondí.

No pasó mucho tiempo desde que dije eso y escuchamos un crujido que nos puso a los tres alertas, despertando todos nuestros sentidos.

Excepto nuestros reflejos.

El suelo se abrió y los tres caímos en lo que parecía ser una cueva muy oscura. Nuestros traseros golpearon con el suelo causando que soltáramos un quejido de dolor, pero nos repusimos rápidamente. No lográbamos ver absolutamente nada, pero de no ser porque conmigo llevaba una linterna en mi bolso, probablemente hubiéramos chocado con cada pared sin llegar a nada. Realmente Susan había empacado de todo ahí.

—Debemos encontrar a los demás, tuvieron que haber caído acá también.— mencionó Emma.

—¿Cómo estás tan segura?— preguntó Ray desconfiado.

—¡¡¡AAAAAHHHHH, UN BICHOOOO!!!

Escuchamos a Thoma gritar y alumbré con la linterna a esa dirección. Vimos como un Thoma corría de lo que parecía ser una pequeña polilla mientras Lanni lo perseguía para tratar de ayudarlo, o tal vez espantarlo más.

No lo sé, con ellos nunca se sabe.

—¡¡¡CORRE, THOMA, CORREEE!!!

Escuchamos a una Susan que venía trotando hacia donde estábamos nosotros. Ray estaba examinando el lugar con su mirada mientras Emma corría a abrazar a todos nuestros hermanos que caminaban detrás de Susan, y por mi parte, me acerqué a la pelinegra, mientras guardaba la linterna y sacando la lámpara de gas para encenderla con con unos fósforos que Susan llevaba en su bolso.

—Estamos bajo tierra, ¿No?— pregunté.

—Sí, así es, y esto no me gusta nada.— me respondió en un tono bastante serio.— Rápido, todos manténganse juntos y no se separen.

—¿Qué sucede, Susan?— preguntó Jemima nerviosa, abrazando a Ray.

—Estamos en un nido de árboles chupasangre. Si ven raíces gigantes, no se les acerquen.— ordenó con voz firme.

Yo fruncí el ceño, pues sus palabras me  parecían conocidas de algún lado. Tal vez alguno de mis sueños, algún juego que inventaron mis hermanos, o...

Un libro.

—No hay que separarnos... Es como el libro de "Las aventuras de Ugo"— mencioné— Uno de los libros de Minerva, ¿Recuerdan?

—Lo leí, pero no sé a lo que te refieres.— me respondió Ray.

—¡YA SÉ!— dijo Emma mientras comenzaba a buscar el libro en su bolso— ¡Ray, esta cosa es "la serpiente de esta otra cosa"!