Capítulo 8

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El rumor se había desperdigado por toda la casa como un puñado de canicas que caen de un frasco. El ayudante de Lee estaría solo con el señor en una recámara. ¿Para qué? Nadie lo sabía, pero todos llegaban a la única conclusión lógica que se les podía ocurrir dadas las circunstancias. Mientras Na Kyum caminaba en dirección a la habitación de Ji Hoon, bolsa en mano y mirando hacia abajo, podía escuchar cómo los demás omegas susurraban al verlo pasar, y él no podía hacer más que fingirse ignorante de sus palabras. 

¿Podría ser que en verdad era algo tan malo tener que enfrentarse a aquél hombre al que llamaban el señor? No quería ni imaginárselo. 

-- ¡Baek Na Kyum! -- Exclamó Ji Hoon, quien se hallaba al otro lado del corredor, acompañado de un grupo de omegas que lo miraban de arriba hacia abajo.

-- Woah, ¿Es él el chico que pidió el señor? -- Dijo uno de ellos

-- ¿Pero no es él el nuevo conserje que ayuda a Lee? -- Inquirió otro -- ¿Piensa subir con el señor luciendo así?

-- Cállense de una vez, ¿Quieren? -- Les espetó Ji Hoon, a lo que los demás alzaron las cejas y encogieron los hombros 

-- Vamos, Na Kyum -- continuó, tomando a éste del brazo y dirigiéndolo por el resto de camino a la habitación. Una vez dentro, cerró la puerta y lo sentó sobre la cama, sin darle tiempo para hacer nada más.

-- Na Kyum, ¿Qué es todo esto? ¿Por qué no me habías dicho nada? -- Su cabello rubio, aún sin ordenar, se movía de un lado hacia otro mientras hablaba. 

-- Uhm... Bueno, yo... -- Hubo un breve silencio, mientras juntaba el coraje para contarle lo que pasó-- Limpié la habitación que él usó... y dejé uno de mis dibujos... Pero no pensé que fuera a pasar esto...

-- ¿Entonces? ¿Él sólo vio uno de tus dibujos?

Na Kyum asintió con la cabeza, mirando al suelo.

-- P-pero.... al preguntarme quién lo había dejado, le mentí. No pude decirle que era mío. Él ha ido con la madame y... 

Ji Hoon suspiró, y se sentó junto a él, rascándose la cabeza.

-- Esto es malo... 

-- ¿De verdad es tan grave? 

-- No sé por qué el señor ha decidido pedirte por algo así... pero... ¿Qué harás? ¿Te irás de aquí?

-- ¿Qué? ¡No! ¡No puedo irme! -- Se incorporó rápidamente, exaltado por aquellas palabras-- Este trabajo es lo único que tengo ahora... Todo lo que tengo que hacer es admitir mi mentira frente a él y disculparme... 

-- No lo entiendes, Na Kyum -- Lo miró a los ojos, con una profunda preocupación -- Si él te pidió, no te dejará ir con sólo una disculpa...

-- ¿Eh? E-entonces... 

-- ¿Por qué otra razón la madame te habría dado esa ropa? -- Señaló la bolsa que había dejado en el suelo-- Si no haces lo que él pide... no creo poder hacer nada para convencerla sobre conservar tu empleo... ella podrá ser la dueña en nombre de este lugar, pero en realidad el señor es una gran influencia para que la casa permanezca abierta.

-- Pero, ¿Y si hablo con él?  Si le explico puede que entienda la situación, ¿No es así?

-- Pues... puedes intentarlo. Creo que es la última opción que te queda ahora... aunque honestamente él no es alguien con quien se pueda dialogar...

-- Ji Hoon -- Lo interrumpió -- ¿Quién es ese hombre? ¿Es alguien peligroso? ¿Por eso todos reaccionaron de esa manera cuando se enteraron?

El omega de cabellos rubios cruzó los brazos y las piernas, suspirando profundamente antes de hablar. 

PINTOR NOCTURNO OMEGAVERSE FICTION - Todas mis batallasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora