El alfa, mirándolo desde la entrada, había cruzado los brazos y lo examinaba con detenimiento desde hacía cinco minutos aproximadamente. Tal vez más. Na Kyum no se había animado a hablar. ¿Qué podía decir de todas maneras? Todo lo que había en su mente eran escenas borrosas y vergonzosas del día anterior. Aunque ni siquiera sabía si en ese momento ya había pasado un día entero, o si había sido todo tan solo horas del incidente. No obstante, como quiera que fuese, no era de ninguna relevancia. ¿Y si empezaba por decir hola? ¿Buenos días? "No, idiota. Días no. ¿Tardes... o noches?" Pensó. Miró hacia el ventanal que había a un costado de la habitación. Estaba oscuro.
-- Son las ocho de la noche -- Dijo de pronto Seungho, como leyendo su mente.
-- ¿Por... por cuánto tiempo estuve dormido? -- Inquirió Na Kyum, intentando evitar la palabra "Desmayado" Aunque ese parecía haber sido el caso.
-- Hmmm no sé -- Contestó, caminando hacia la cama. Na Kyum sintió todo su cuerpo tensarse ante el aroma de sus feromonas -- Doce, tal vez trece.
Na Kyum no respondió. Permaneció tras las sábanas, temblando. Mirando hacia abajo.
-- Pediré que te traigan la comida aquí. Imagino que no puedes ponerte de pie aún.
Ante la ausencia de respuesta del omega, Seungho continuó.
-- He visto las pinturas que dejaste secando en el estudio. Son buenas.
-- ¿Por qué lo hizo? Lo de ayer... -- Musitó al fin el omega, sin mirarlo a la cara.
-- Más bien hicimos, Baek Na Kyum -- Contestó el otro, mientras simultáneamente extraía algo de uno de sus bolsillos -- Toma esto.
Na Kyum tomó la diminuta píldora y la miró, perplejo. De pronto, cayendo en cuenta de lo que era, finalmente pudo mirar al alfa a la cara, guiado por la sorpresa.
-- ¿E-esto es...?
Seungho asintió
-- No quieres que pase algún accidente después de lo de ayer, ¿O si?
¿Cómo había podido olvidarse de que eso podía pasar? Se sintió como un tonto y un gran alivio lo hizo respirar profundamente. Era como si hubiera esquivado una bala. De no haber sido por él, ni siquiera habría pensado en pedir una pastilla de emergencia. Y también tuvo vergüenza. De inmediato puso la píldora en su lengua y la tragó sin esperar a tener un vaso de agua para pasarla.
-- Gr...Gracias -- Tartamudeó, haciendo una pequeña reverencia, cabizbajo.
De pronto, Seungho se sentó junto a él en el colchón, y aunque Na Kyum tuvo el impulso de alejarse, algo en su interior lo hizo mantenerse en donde estaba. Las feromonas de aquél hombre eran intensas y placenteras en más de un sentido. Mientras se acercaba hacia él, sentía cómo era envuelto en ellas y aquello le daba una sensación de seguridad que jamás había sentido. Se dejó llevar casi por inercia, y entrecerrando los ojos, percibió al alfa metiendo la cabeza entre su cara y su pecho, con la nariz pegada a su cuello. Su respiración era cálida y profunda. Rítmica y casi sincronizada con los latidos de su corazón que parecían tambores dentro de su tórax. Sintió el calor esparciéndose sobre su piel. ¿Era eso lo que había sentido aquella ocasión en el fastuoso cuarto de baño? No, esta vez era diferente.
El nudo de la bata que Na Kyum no recordaba haberse puesto se había aflojado, dejando parcialmente descubierto su pecho y hombros. Lugares donde ahora reposaba la cabeza Seungho, y se paseaba absorbiendo su aroma. El omega, controlado por el instinto, con una de sus manos acarició al alfa, recorriendo con la yema de sus dedos los surcos de los músculos de aquellos fuertes antebrazos que ahora gracias al incidente de horas antes, eran formas familiares para él, al igual que su colonia y la brusquedad de su cuerpo. Con la otra mano, acarició los cabellos azabache del hombre, quien pareció sacudirse ligeramente.
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PINTOR NOCTURNO OMEGAVERSE FICTION - Todas mis batallas
FanfictionBasado en el manhwa de Byeonduck, la historia de Yoon Seung Ho y Baek Na Kyum es abordada en el mundo moderno donde los humanos viven regidos por las leyes de la naturaleza del universo Omegaverse. Baek Na kyum ha sido presa de una desafortunada se...