Marco parecía muy preocupado.
-¿Dónde estoy? Todo esta oscuro. Aguarda. Encontré un interruptor.
Apretó el botón que activaba la luz. Millones de computadoras estaban frente a Marco. Una televisión enorme se encontraba en el centro de la habitación, como en la NASA.
La televisión se encendió. El muñeco fastidioso otra vez.
-Hola Marco. Quiero jugar a un juego. Tu no me conoces pero yo a ti si. Te has pasado toda tu vida viendo la de los demás y burlándote. Pero ahora tú tendrás que pagar esas almas perdidas. Pasaras por una de mis pruebas Esto consiste en lo siguiente. Tienes cien computadoras frente a ti. Hay un código dentro de una, la cual abrirá la puerta para que puedas escapar. Tienes tres minutos para completar el reto. Si no lo consigues, explotara la habitación. Puedes ayudarte por un hacha que esta en alguna parte de la sala. Encuéntrala y te será más fácil. Tú escoges Marco. ¡Vivir o morir! ¡Que empiece el juego!
Un cronometro marcaba los minutos que le restaban a Marco en la pantalla.
-¡Maldito! ¡Te matare en cuanto salga de aquí!
Miro un monitor y golpeo muy fuerte.
-¡Nada!
Empezó a golpear cada computadora con extrema furia. Pero ninguna contenía el código. Destrozo las cien pero no había nada. Observo fijamente la televisión pensando. Al fin tomo una silla y la lanzó. La pantalla se rompió en mil pedazos. Un papel del tamaño de la pantalla estaba pegado ahí. 557813 era el código. Se apresuro a la compuerta de la salida. Salió ileso de esa prueba. Pero tenía que encontrar a Hans. Un pasillo casi sin luz de más o menos tres metros le daba a Marco una sensación de temor. Camino lentamente con cuidado de no hacer tanto ruido. Algo o alguien golpeo la pared a su derecha. Se detuvo para ver si podía oír otra vez el golpe. A unos cuantos centímetros de el se destrozo la pared. Esta se destrozo. Se acerco lentamente al cuerpo de una persona tirada en el suelo. Le toco el hombro para ver si reaccionaba. Nada. Lo volteo para observar su rostro. Era el muñeco disfrazado.
-Aléjate de el.- oyó a alguien decir-¡Que te alejes!
Volteo a ver quien era. Hans tenía toda su ropa desgarrada y sucia.
-¿Hans?
-¿Quién más? ¿Santa Claus? ¡Hay que huir! ¡Ahí vienen!
Corrieron lo más rápido posible a la siguiente puerta. Antes de entrar Marco pregunto.
-¿Dónde estabas?
Hans suspiro.
-Ya se quien se encuentra detrás de todo esto. Y es un anciano.
-¿Cómo?
-Mira. ¿Salimos o que?
Salieron del laboratorio. Una televisión los esperaba fuera. Esta vez no iba a ser JigSaw sino John en persona.
-Felicidades Marco y Hans. Han completado el laberinto del laboratorio. Su siguiente prueba es la sobrevivencia. Buena suerte. ¡Que empiece el juego!
¿Qué será ahora de Marco y Hans? El acompañante de Hans dio un paso al frente para respirar mejor. Pero accidentalmente activo una trampa de un cordón que estaba en el suelo. Un hacha cayo en la cabeza de Marco sin que el diera una sola palabra. Hans tuvo miedo de lo sucedido tratando de no pisar otro cordón de esos.
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La Vida de Martí Flechen
Viễn tưởngLa historia empieza en una calle de la ciudad de Londres en la cual un detective encuentra un tipo pálido con una sonrisa enorme tratando de degollara a un pequeño a un niño como de 15 años, salva al niño y tienen varias aventuras en un colegio de M...