-¡A la Ciudadela! ¡Retirada! ¡Los orcos han entrado!
-¡¿Dónde están nuestros aliados cuando más los necesitamos
Los orcos entraron en la ciudad por medio del hueco que el ariete en forma de lobo causó. Muchos guardias murieron en el Primer Nivel de White Town. Más navíos llegaban con refuerzos. Posiblemente sería la última batalla de White Town. Jane defendía la puerta junto con los caballeros que le quedaban. Las Torres de Batalla caían cada segundo, pero cada vez venían más. Un barco enorme, casi del tamaño del colegio DGS se acercaba a los Puertos. Varias banderas decoraban el transporte. Había muchas escaleras, las cuales llevaban a un gran Trono de Hierro en el cual estaba sentado el mismo Emperador. No llegó hasta la tierra, sino que se detuvo en el agua para que JigSaw observara la batalla. Las ballestas apuntaban al barco, pero este poseía un campo de fuerza muy poderoso. Este mismo transporte se dividió en dos, parte delantera y parte trasera. La primera se dirigió a tierra y de ella salieron nuevas fuerzas, orcos magos, uruk-hais los cuales son orcos pero mejorados, y catapultas dobles.
-¡Estamos perdidos! ¡Perdidos!- gritaba el Rey Arturo con tristeza, ordenó a todas sus tropas.-¡Retírense! ¡Suicídense! ¡Ya no podemos hacer nada! ¡White Town ha caído!
Un palo lo golpeó en la cabeza. Era Nori quien le pegó con su báculo.
-¡Vuelvan a sus puestos! ¡Peleen hasta el final! ¡No se rindan!
Juntó a un par de magos y caballeros y bajó hasta el Segundo Nivel, el cual los orcos trataban de conquistar.
-¡Mátenlos! ¡Destrozadlos! ¡Que no avancen!
El grupo liderado por Nori protegía el Nivel con todo lo que podían. Lograron retirar a los orcos hasta la puerta.
-¡Las rejas! ¡Traigan las rejas!
Unos caballeros trajeron una reja de hierro la cual pusieron en la puerta, o lo que quedaba de ella, para poder parar el asalto. Unas trompetas resonaron, no eran orcas, ni élficas.
-¡Los Caballeros de Hierro!
Una luz muy blanca ilumino todo el campo de batalla lleno de sangre. Unos caballeros con armadura blanca cabalgaron rápidamente colina debajo de una montaña con las espadas desenvainadas. Pero no eran todos los refuerzos. Las Águilas volaron por los aires hasta las Torres de Batalla para destrozarlas. Los orcos se retiraron de la puerta y se encargaron de los Caballeros de Hierro los cuales, venían como un rayo en sus monturas y mataron a millones de orcos en el camino. Las fuerzas del Rey salieron de la ciudad y apoyaron a los aliados. Pero, ¿La Resistencia?, un cuerno élfico resonó en el mar. Millones de barcas de los elfos se acercaban en una formación en forma de muralla. La Resistencia venía una de lás más grandes, acompañados de Eldarine, uno de los Señores Elfos más poderosos de la Tierra. Unas ballestas dispararon desde los barcos y destruyeron los navíos orcos. Estos a su vez retrocedieron y navegaron hasta los élficos, ahora se cometieron dos batallas, una terrestre y otra marítima. Del lado de los navíos orcos estaba al mando el Emperador, del lado de los elfos, Eldarine y la Resistencia, del lado de White Town, la maestra Jane y el Profesor Nori y del de los orcos, un Jinete Negro, del lado de los Caballeros de Hierro estaba el Comandante José II de Aragón, el mismo hombre con armadura negra y del de las Águilas estaba Marwen, el Seños de las Águilas del Norte. Seis ejércitos combatiendo a la vez. Era una batalla épica por la paz o por la guerra. Pero hubo algo más. Otro ejercito llego desde las Montañas del Este.
-¡Enanos!
Unos hombres de pequeña estatura, bien armados venían a ayudar a White Town en la guerra. Ahora eran siete ejércitos. El Emperador se veía preocupado en su Trono. Un resplandor rojo en el cielo. El suelo se empezaba a abrir. Unos grandes gusanos negros salieron desde la tierra.
-¡Gusanos-come hombres!
Muchas sangres se derramaban ahora. Barcos como orcos y elfos, se hundían en el mar. Las Águilas se quedaban sin fuerzas por culpa de las Torres de Batalla.
-¡No podemos hacer ya nada!-dijo Eldarine.
-¡Tengo una idea!
Los Portadores fueron hasta la Proa del barco y alzaron sus anillos. Un gran rayo de luz salió del barco y cegó a todos los orcos. Pero no fue todo. Unos barcos hechos del mismo rayo, salieron de la nada. Eran barcos piratas. Estos junto con los elfos, chocaron contra los navíos orcos cuando todavía no podían ver nada. Todos los navíos fueron destruidos. El Emperador había tomado una barca pequeña para huir antes del choque. Huyo hacia el campo de batalla para unirse a los suyos. Los barcos élficos desembarcaron en tierra para pelear. Los orcos estaban perdidos ya. Otro rayo de luz salió del mar. No eran barcos élficos ni orcos. Eran dorados y plateados. Traían como emblema una estrella amarilla y en medio un corazón blanco, el fondo era azul cielo. Los tripulantes vestían igual como los hombres que abrieron las puertas del carruaje cuando Hans piso por primera vez White Town. El barco más grande traía dos Tronos. Uno era rojo y el otro azul.
-¡Merlín y Carlo Magno! ¡Están vivos!
El Emperador no creía lo que sus viejos ojos veían. Se acercó al Jinete que lideraba las fuerzas terrestres.
-¡Creí que te habías encargado de matar a los dos!
El Jinete se quito la capucha. Era un hombre de las fuerzas de Merlín y Carlo Magno.
-¡Sorpresa!
Acuchilló al Emperador con una daga que tenía en la mano. JigSaw empezó a escupir sangre negra. Los Barcos Piratas también desembarcaron. El Imperio Golduniense fue destrozado. No hubo ningún orco sobreviviente. Ninguna Torre sin destrozar. Un gran grito de ¡VICTORIA! Hizo que los Gusanos-come hombres se retiraran a sus huecos de tierra.
-¡Victoria! ¡Ganamos!
El Emperador todavía seguía vivo tirado en el suelo. Carlo Magno puso su pi en su espalda y puso su espada en la parte de atrás del cuello.
-Debemos terminar esto de una vez por todas. No podemos dejarlo con vida o podría regresar.
Estuvo a punto de enterrar la espada cuando Merlín y los Portadores intervinieron.
-¡ALTO!
-¿Ahora qué?
-Sabemos que este pobre hombre causó mucho desorden, pero no somos orcos, déjalo vivir. Será llevado ante el Consejo de Magos para juzgar sus pecados. Morirá o será encarcelado.
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La Vida de Martí Flechen
FantasyLa historia empieza en una calle de la ciudad de Londres en la cual un detective encuentra un tipo pálido con una sonrisa enorme tratando de degollara a un pequeño a un niño como de 15 años, salva al niño y tienen varias aventuras en un colegio de M...