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Desde la ultima vez que dormi con Hugo no hemos vuelto a tener mas encontronazos así. El resto de la semana hasta el viernes, habiamos coincidido pocas veces, en los desayunos en los que yo salia pitando porque llegaba tarde, o en las cenas, estando los tres. Las miradas no pasaban desapercibidas para nadie, puesto que Samantha alguna noche vino a mi cama para que le contase más sobre el tema de su hermano. En esos momentos era cuando me daba cuenta, de que en realidad habian sido solo dos polvos sin importancia, al menos para él y supongo que para mi tambien. Lo unico que lo hace especial es el hecho de haber sido el primero.

El viernes era fiesta, por lo que no teniamos clase. Bruno se habia ido todo el puente a casa de sus padres, y para que Mai no se quedara sola, nos invito el jueves por la noche a dormir a su casa, dejando a Hugo solo en la nuestra.

Pretendia mantener lo de Hugo guardado bajo llave, pero a parte de que siendo Mai mi mejor amiga se lo tenia que contar, Sam no sabe mantenerse la boca callada y se me adelanto.
Estuve toda la noche escuchando comentarios sobre el tema:

"pegais un monton", "en la cena aposte con bruno", "se os notaba de lejos"...

Pero no me molestaban. Viniendo de ellas, me resultaban graciosos.

El problema fue cuando el viernes por la mañana aparecimos Sam y yo en casa.

- Hugui, ¿estas despierto? - Sam entro a la casa primero, seguida de mi.

La garganta se me cerro de repente y el cuerpo se me descompuso. El panorama en la cocina se trataba de Hugo con la chica de la otra noche desayunando. Y ella con una camiseta de Hugo. Reconoceria esa camiseta en cualquier parte, pues fue la que con mis propias manos le quite, la primera vez que nos acostamos. Y ahora la llevaba ella.

- Ay hola. No sabia que ibais a llegar tan pronto - dice Hugo con una sonrisa de oreja a oreja.

Me mantuve con mi semblante serio.

- Ya. Al final hemos decidido venir antes - A Sam tambien le cambio el rostro mas serio, supongo que vería mi cara descompuesta - ¿Quien es? - Sam, como no, tan directa.

- Hola, soy Clara, la compañera de trabajo de Hugo - dice mirandolo con una sonrisa de pillada. Ruedo los ojos.

- Encantada, pero tengo cosas que hacer - digo para intentar quitarme del medio lo antes posible, escuchando como ellos siguen hablando pero hago oidos sordos.

Bufo al entrar a mi habitacion y tirarme a la cama. No lo entiendo. Esto no me tendria que estar haciendo daño. Verlo con otra me deberia dar completamente igual. Pero no. Ver a esa tia ahí, con su camiseta y Hugo tan feliz me ha roto en mil pedazos. Me ha removido cosas en el estomago que no entiendo muy bien a que se deben. No me puedo estar pillando de Hugo. No. Era un simple rollo de una noche, que se convirtieron en dos, pero ya esta. Me tengo que convencer de eso.

Escuche el sonido de la puerta de casa cerrarse, asi que supongo que la tal Clara habrá salido ya. No se si, con o sin Hugo. Sigo aún tumbada en mi cama con el movil intentando apartar todo pensamiento a cerca del rubio de mi cabeza, aunque es bastante imposible.

- ¿Puedo pasar? - la cabeza rubia de mi amiga se asoma por la puerta provocandome una sonrisa.

- Claro.

- Es un completo imbecil, es eso estamos de acuerdo - se sienta en la cama y yo rio por sus ocurrencias.

- No Sam, tiene todo el derecho del mundo - se lo digo a ella, pero en parte me lo digo para convencerme a mi misma.

- Joder, vale, no sois nada, pero un poquito de respeto, que hace unos dias te follaba a ti - dice indignada y yo rio por su alteracion - pero si segun tu tiene todo el derecho del mundo y te has pasado toda la noche diciendo que no sentias nada por mi hermano, ¿porque te molesta que este la morena esa con él? - pum, la pregunta del millon.

AparienciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora