22.

780 43 2
                                    

Ha pasado un día entero desde que aterricé del avión y todavía no le he contado nada a mis padres sobre la llamada del productor. Tengo miedo. Miedo porque sé cual será su respuesta. Mis padres siempre me han apoyado en mi decisión de estudiar teatro y han soñado conmigo a que algún día lo consiguiese, por eso se que me van a intentar convencer por todos los medios. Tampoco les he dicho nada de Hugo. Me conocen demasiado como para adivinar, si les digo que estoy con Hugo, que mi motivo por el cual estoy dudando de cumplir mi sueño lleva su nombre.

- Eva cariño, esta noche vamos a irnos a cenar los tres, ¿te parece? - mi madre aparece en mi cuarto sonriente.

- Esta bien, así aprovecho para contaros algo - escupo la bomba por fin, aunque no sepan todavía el que, pero algo hay. Me mira extrañada.

- ¿Es algo grave? - me pregunta preocupada.

- No, no, mama tranquila. Solo es una cosa que os quiero contar a ti y a papa, para que me ayudéis a tomar una decisión. - una sonrisa asoma por su rostro.

No indaga más, simplemente se va dejándome sola en mi habitación después de acercarse a darme un beso en la cabeza.

¿Puedes llegar a estar conectado mentalmente a una persona?

Si la respuesta es que sí, Hugo y yo lo estamos, por que como si me estuviese leyendo la mente, cada vez que le pienso, una llamada suya sale en mi móvil.

- Hola - su voz ronca y dulce a la vez suena al otro lado de la línea.

- Hola, ¿Cómo os va por allí? - pregunto tumbándome en la cama con una sonrisa intacta al escuchar su voz.

Es raro, solo llevamos un día separados y ya le echo de menos ¿Cómo quieren que me vaya no se cuanto tiempo a Barcelona?

- Muy bien. Tu suegra esta deseando volver a verte - mi sonrisa se ensancha más al escuchar esas dos palabras "tu suegra". Pero es verdad, lo es.

- Dile que yo también. - río -me encantaría poder decirte lo mismo pero por aquí no saben ni que existes - silencio - se lo tengo que contar todo, per...

- ¿No les has contado nada hoy ni ayer? - su tono de voz suena algo seco.

- Tengo miedo Hugo, se sus respuestas y si les cuento lo nuestro van a saber definitivamente el porque me quiero quedar. - suspiro.

- Eva, solo se lo tienes que contar. No te van a obligar a nada, te van a aconsejar y ya esta. Ni yo ni nadie vamos a decirte lo que tienes que hacer, pero tienes que recapacitar tu sola, y saber que es la oportunidad de tu vida, y no puedes desperdiciarla por nada del mundo. Y menos por mi.

A medida que iba hablando mis lagrimas iban resbalando por mis mejillas. Joder. Tenia razón. Y lo odiaba. Odiaba que tuviese razón, porque no me quiero separar de él.

- Vale. - recapacito.

-¿Vale? ¿Vale que? - pregunta desconcertado.

- Que sí, que llevas razón, aceptaré. - Me cuesta decir esas palabras sin atascarme en ninguna. Es la decisión más difícil que estoy tomando.

- ¿Enserio? - dice emocionado - ¡Qué bien Eva! No sabes cuanto me alegro, sabía que no podías rechazarlo, eres una grandísima actriz y la gente necesita ver el talento que tienes porque eres increíble y...

- Hugo, Hugo, Hugo - río - para el carro - le escucho reír - Muy bien, aceptaré pero, ¿Qué va a pasar con nosotros? - digo preocupada y el suspira.

- No lo se, pero no vamos a hablar de eso. Vamos a celebrar que vas a salir en una película -sonrío, aunque no me vea - tu lo vas a celebrar con tus padres, yo con la mía y Sam - suspira y baja el tono de su voz tornándose algo más dulce - y cuando volvamos a Madrid lo celebramos los dos, juntos, antes de irte vamos a aprovechar el tiempo.


[...]


Hundida en mis auriculares en el tren, pensando en la de cantidad de sensaciones que he tenido en tan solo tres días en mi tierra. Les conté a mis padres lo de la película en Barcelona, se emocionaron bastante. Normal. Su hija por fin va a cumplir su sueño, que por una parte también es el suyo.

También les hablé de Hugo, me dijeron que querían conocerlo. Ahí está el problema, me encantaría que se conociesen pero yo me voy a Barcelona, no se cuando vendré ni como será nuestra relación después. Y ese es mi mayor miedo, que por supuesto les he contado a mis padres.

"Cariño, si tiene que ser, será, no importa ni la distancia, ni el tiempo que estéis separados", me decía mi padre cuando le contaba mi miedo a perder mi relación. Me gustaría pensar que lleva razón, pero la vida no es tan bonita como la pintan.

Arrastrando mi maleta de vaca por toda la estación en busca de un rubio, que según él, lleva un rato esperándome ansioso. Por fin le consigo distinguir entre el resto de gente, está mirando a todos lados mordiéndose las uñas. Hasta que me ve, y una sonrisa se ensancha en su cara viniendo corriendo hacia mi.

- Te he echado tanto de menos - me dice mientras rodea con sus brazos mi cintura y pega sus labios a los míos.

- Yo también. ¿Y Sam? -

- En la casa, con Flavio - sonríe.

- ¿Comida de parejas hoy, no? - bromeo riendo.

- Yo prefiero pasar el día contigo, solos - me mira alzando una ceja - pero como tu quieras.

- Tentador eso que dices - le sigo el juego pasando mis manos por detrás de su cuello.

- Se me esta ocurriendo una cosa para hacer hoy, pero antes vamos a dejar la maleta y así saludas a Sam y a Flavio.

En el camino de vuelta a casa me da para pensar demasiado. No se si estoy haciendo bien en aceptar, esta vida me gusta. Se que es mi sueño, pero ¿tengo que cambiar mi vida por otra diferente por cumplir un sueño? Tengo tantas voces en mi cabeza con opiniones distintas que es imposible decidirse. Y el rostro de Hugo conduciendo no ayuda.

- ¿Te he dicho alguna vez que me pones mucho conduciendo? - le suelto provocándole una carcajada.

- Evita, ahora no, que no podemos hacer nada - me dice mientras niega riendo.


El paso por la casa fue rápido, a penas lo que tarde en dejar la maleta y fundirme en un cálido abrazo con Samantha. Hugo tiró de mi sacándome de la casa diciendo que se le había ocurrido una sorpresa de última hora.

- ¿Has llamado ya al productor? - me dice Hugo mientras nos montamos en el coche.

- No, tenía hasta el 3, ¿crees que debo avisarle ya?

- Yo creo que es lo mejor, supongo que te dirá cuando te irías y así se cuanto tiempo me queda contigo aquí - su voz suena triste aunque quiera ocultarlo con una sonrisa.

- Esta bien, voy a llamar.

Busco en notas donde apunte el número al que debía llamar y lo pulso, aunque por dentro tenga mil y una dudas.

Noto la mirada preocupada de Hugo en la corta llamada que tengo con el productor.

- ¿Qué? ¿Qué dice? - me pregunta mordiéndose las uñas.

- Que ya que le he avisado antes del último día acordado, dice que tengo el vuelo el día tres por la mañana - le lanzo una mirada triste que él intenta calmar con una sonrisa.

- Eh, no me pongas esa cara, que estos dos días que nos quedan juntos los vamos a aprovechar - me sonríe y aprovechando que está en un semáforo se acerca a darme un beso - mañana no se que haremos, ya lo pensaré pero hoy... - me señala el lado de mi ventanilla.

Mi boca se abre y lo miro con un brillo en los ojos al ver un hotel delante de nuestros ojos.

- ¿Pero.. ?

- Pero nada, hoy vamos a pasar todo el día y toda la noche aquí, me han comentado que hay jacuzzi en las habitaciones, así que.. - me eleva una ceja, río y me tiro a sus labios.

Ya queda poquitoo...
Tambien os queria decir que por si no lo habiais visto, tengo empezada otra novela en mi perfil, por si la queriais leer🤍

AparienciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora