XVII

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Poco a poco y según pasaban los meses comencé a guardar todo lo que tenía que pudiera tener algún tipo de relación con 5 Seconds Of Summer hasta que desaparecieron por completo de mi vida, todos ellos.

- ¿Qué vamos a hacer hoy? - Le pregunté a James mientras este recogía la cocina.

- De momento recoger este desastre,- dijo sonriendo mientras seguía limpiando los restos de mi intento por hacer un bizcocho.- después podemos hacer lo que quieras.

- Quiero ir a la playa.

- ¿A la playa, otra vez?

- Sí.- Le miré poniendo pucheros.

- Vale,- Dejando a un lado la escoba se acercó un poco a mi y me besó. Aun me costaba acostumbrarme a estar así con él, pero se sentía bien.- lo que quiera mi sirena.

Ambos estallamos en carcajadas. Desde que vine de Reino Unido me había pasado todo el tiempo que había podido en las playas de Los Angeles, tanta pasión tenía por el mar que James había comenzado a bromear un día con que iban a salirme escamas.

- Steff sal ya del agua, van a salirte escamas, branquias y aletas y entonces estaré saliendo con un pescado.- Bufó entre risas, llevaba una hora intentando que nos fuéramos de allí.

- Una sirena.

- ¿Qué? - Dijo confuso mirando hacia el agua.

- Que prefiero ser una sirena que un pescado.- me reí.

- En ese caso serás mi sirena.

Ese fue uno de los mejores días que habíamos pasado juntos, todo risas, besos y grandes recuerdos que ninguno de los dos olvidaríamos. Aunque con James todo era así, era tan bueno y tan divertido que hacía que cada día que pasaba a su lado fuera mejor que el anterior y mucho más memorable.

Terminamos de limpiar la cocina y nos fuimos a la playa. Como siempre, fui la primera de los dos en entrar en el agua y la última en salir. Paseamos por la arena, siguiendo la línea que habían creado las olas contra ella, ambos en silencio, sólo nuestras manos conectadas. Disfrutando el uno del otro.

Llegamos a casa sobre la hora de cenar, así que dejé que James cocinara con la condición de que yo limpiaba después, aunque al final acabó haciendo todo el trabajo, como siempre. Aun no entendía cómo había conseguido estar con un chico como él, le encantaba hacerme feliz y darme todo lo necesario, a veces incluso más.

- No, Lorena, aun no hemos hecho nada de eso.- Dije entre risas mientras hablaba por Skype con Sam y Lorena sobre mi relación con James.

- ¿Y ya sois novios oficiales? - Dijo Sam haciendo unas comillas con sus finos dedos al pronunciar "oficiales".

- No,- hice una pausa.- bueno pasamos mucho tiempo juntos y hay algún beso y ya sabéis... Pero aun es pronto ¿no? - dudé.

- ¿Le quieres? - Dijo Sam de repente, pillándome por sorpresa.

- ¿Cómo va a querer a alguien que conoce desde hace un par de meses, Sam? - Contestó Lorena por mi.- Ahora es el momento de la pasión, no de los sentimientos.

- ¿Y eso qué significa, a ver?

- Eso significa, Sam, que ahora es el momento de conocerse, sentir esos nervios cada vez que se miran y esas mariposas en el estómago cada vez que se besan. De construir algo juntos para realmente poder llegar a quererse.- Nuevamente las comillas.

- Sí,- dije yo con una sonrisa nerviosa. Yo no sentía ninguna de esas cosas que ella ha mencionado, es decir, besar a James era una sensación genial, nuestros labios trabajaban bien juntos, amoldándose el uno al otro, pero nada de mariposas. Ni una.- chicas voy a colgar, mañana tengo que ir a clase, os mantendré informadas.

Me metí en la cama esa noche con muchas cosas en la cabeza y justo antes de dejar que Morfeo me acogiera entre sus brazos llegué a la conclusión de que haría que funcionara.

- ¿Qué tal sus clases señorita? - Dijo James dándome un beso mientras me montaba en el asiento del copiloto del coche.

- Buscar un hotel, de verdad.- Dijo Greg, sentado el uno de los asientos traseros, con una mueca de asco.

- Tienes 17 años, ya deberías haber besado a alguna chica o, al menos, haber visto a alguien hacerlo.- Me reí.

Greg se limitó a suspirar y mirar por la ventana. El viaje de vuelta a casa transcurrió en un silencio casi sepulcral. James concentrado en la carretera, yo en un ritmo para una canción nueva y mi hermano sólo Dios sabe en qué.

- Y entonces sólo tienes que poner ahí un cero y ya está.- Sonrío James.

- ¿Cómo puede dársete todo tan bien?

- Las matemáticas no son tan difíciles Steff, es sólo lógica.- Yo dejé escapar un suspiro.- Lo que sí debe ser difícil es tocar la guitarra.

- No lo es, tienes la melodía en tu mente y el poder para hacerla sonar en tus manos. Sólo dejas que tus dedos hagan su trabajo con las cuerdas de la guitarra.

- Me encanta cuando te pones filosófica.- Y ambos nos echamos a reír.

Papá trabajaba hasta tarde así que sólo fuimos James, Greg y yo a la hora de la cena, como casi siempre.

- Steff ¿podemos hablar un segundo? - Me llamó James desde la cocina.

- Claro,- sonreí.- ¿sobre qué?

- Sobre nosotros.- Lo miré entrando en pánico.- No es nada malo, no me mires así,- rió.- es más bien algo bueno o al menos eso espero.- Suspiró.- Steff, desde el primer momento en que te vi llegando al aeropuerto me enamoré de ti. Sé que suena estúpido pero ¿sabes que hay un estudio que demuestra que te puedes enamorar de una persona en 8,2 segundos? Bueno, deberían revisar ese estudio porque contigo yo no necesité más que uno.- Le miré con ojos vidriosos.- Y luego fui conociéndote y, oh Dios mío, me enamoré más aún. Te veía rota y eso me mataba por dentro, quería suplicarte una oportunidad para que me dejaras hacerte feliz e intentar hacerte olvidar lo que fuera que te había hecho tanto daño. E, inexplicablemente, me la diste. Así que bueno, aquí va: Steff, mi sirena, sé que no soy ningún miembro de uno de las bandas más famosas del mundo y que no tengo mucho más que ofrecerte que todo mi amor hasta que tú te canses de recibirlo, pero ¿Me harías el honor de ser mi novia?

Salté a sus brazos gritando "sí" y besándole. Había sido lo más bonito que me habían dicho nunca y no podía creerme lo contenta que estaba al respeto. Quizás estaba funcionando y como dijo Lorena, los sentimientos comenzaban a aparecer.

Estaba a punto de quedarme dormida pensando en lo feliz que me hacía James cuando una notificación iluminó mi teléfono.

Nuevo mensaje directo de Michael Clifford (@Michael5SOS)

Y ahí estaban las mariposas en el estómago.

So Close But So Far Away.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora