So Close But So Far Away.

XVIII

- Querida Steff,- dije releyendo el mensaje directo de Michael por milésima vez, esta vez para Sam y Lorena.- siento que hubo un gran malentendido entre nosotros, aunque por lo que me han estado contando fue más bien por mi parte. Hace meses que no recibo ningún mensaje directo tuyo y temo que me hayas olvidado, me gustaría verte. Iremos de gira por USA el mes que viene y estás invitada a nuestro concierto en Los Ángeles xox

- ¿Eso es todo? - Dijo Lorena.

- Sí,- suspiré.- no sé si quiero ir, sinceramente. Me ha costado mucho olvidarme de Michael y de 5 Seconds Of Summer. Ahora estoy feliz así.

- Steff, te ha invitado a su concierto, no te ha pedido matrimonio.- Dijo Sam entre risas.

- Ya, pero ahora estoy con James y todo va bien, creo que estoy empezando a enamorarme de él y no quiero que nadie estropee eso, ni siquiera Michael Clifford.

- No tiene por qué estropear nada Steff, eres feliz con James, Michael lo entenderá.

- ¡Steff! - Escuché a Greg llamándome desde abajo.

- Chichas, os dejo, ya os contaré que hago al final.

Colgué la llamada de Skype y cerré mi ordenador portátil. Como siempre Greg sólo estaba aburrido y quería jugar un poco con su XBox.

- Chicos.- Murmuré con un suspiro mientras me sentaba con él en el sofá.

Me había estado fijando mucho en Greg últimamente, tenía la sensación de que le estaba costando mucho hacer amigos. En nuestra antigua escuela era uno de los chicos más populares, mientras que en esta a penas salía de casa.

- Oye Greg,- le miré mientras pausaba el juego.- ¿ya sabes con quién vas a ir al baile?

- No voy a ir.

- ¿Qué? ¿Por qué? Será divertido, vamos.

- Steff, por si no lo has notado no tengo demasiados amigos en Los Ángeles. Aunque claro, tú estás demasiado ocupada con tu novio para fijarte en algo más.- Suspiró una vez más y puso otra vez el juego en marcha.

- Greg,- volví a pausar el juego.- eres un chico guapo, sólo pregunta a alguna chica y llévala al baile, estoy segura de que lo pasaréis bien.

- Primero, que mi hermana mayor diga que soy guapo es un poco raro, así que no lo hagas más.- Se rió.- Y segundo, ninguna chica quiere ir conmigo.

- Eso sí que no me lo creo.- Dije mirándole seriamente.

- Como quieras.- Miró al suelo, claramente incómodo por el giro que estaba tomando la conversación.

- Greg ¿estás así por una chica?

- Se llama Ashley.- Suspiró.- Es totalmente diferente a cualquier chica que haya visto antes y es preciosa.- Durante un segundo vi como le brillaban los ojos hablando de esa tal Ashley y pensé en como a James se le iluminaban así hablando de mi e, inmediatamente, me encontré preguntándome si a Michael le pasaba lo mismo.

- Déjalo, no lo entenderías.- Forzó una sonrisa al terminar esa frase.

- Claro que lo entiendo.

- No, tú tienes a tu novio Don Perfecto. No sabes lo que es estar enamorado de alguien que no sabe que existes.

- Sí que lo sé.- Dije sin pensar.

- ¿La superestrella?

- Sí,- Ahora era yo la que suspiraba.- he recibido un mensaje suyo, me ha invitado a su concierto en Los Ángeles el mes que viene.

- ¿Y qué piensas hacer, hermanita?

- Nada, no creo ni que le conteste al mensaje, sinceramente.- Bajé la mirada hacia el suelo.

- Estamos jodidos.- Dijo Greg con una pequeña carcajada.

- No, no lo estamos. Yo tengo a James y a ti vamos a conseguirte a esa tal Ashley.- Dije golpeando suavemente su hombro.- Pero de momento voy a ganar esta partida.- Con eso terminamos nuestra conversación y volvimos al juego.

Pasaron casi tres semanas en las que Michael ocupaba mi mente casi todo el tiempo. Me preguntaba por qué se había molestado en invitarme ahora que había conseguido olvidarme de él, por qué me había invitado a su concierto y por qué no podía dejar de pensar en ello.

- Amor,- Dijo James con una sonrisa.- has vuelto a irte.- Colocó un mechón de pelo que me ocupaba la frente detrás de una de mis orejas.

- ¿Irme? - Me reí.

- Sí, hace tiempo que haces eso, te ausentas durante unos minutos, con tu mente en Dios sabe dónde.- Me miraba con esos irresistibles ojos, mandando escalofríos por toda mi columna.

- Perdona.- Me sonrojé.

- No pasa nada,- sonrío él.- es sólo que a veces me gustaría saber en qué estás pensando.

- ¿Quieres ir al baile conmigo?

- ¿Qué? - Se rió él a causa de mi repentino cambio de tema.

- Hay un baile en mi instituto este viernes y me gustaría que fueras conmigo.

- Claro.- Me besó en la frente.- ¿era eso lo que tanto te preocupaba?

- No sabía si querrías ir a un estúpido baile de instituto.

- Contigo iría al fin del mundo si me lo pidieras.- Le di un suave beso en los labios mientras me levantaba del sillón y me dirigía a la puerta.

- ¿Dónde vas? - Dijo él confundido.

- Al centro comercial.- Cogí las llaves del coche.- No tengo nada que ponerme.

Pude escucharle reír al mismo tiempo que cerraba la puerta. Seguía sin saber qué iba a hacer con Michael, pero al menos ahora tenía una cita para el baile y estaba dispuesta a conseguir que fuera una de las mejores noches de mi vida, aunque eso supusiera perderme el concierto, ya que ambas cosas eran el mismo día.