Detrás de cámaras

"9"

Con las manos temblorosas Alice tomó el celular de FP con fuerza, su bolso y salió corriendo del baño. Se cruzó a varios reporteros pero eso no importaba en ese momento, lo importante era que FP llegara al hospital a ver a Gladys.

— Chicos, ahorita no puedo atenderlos, será en otro momento. Gracias

Siguió su camino y cuando llegó a dónde estaban los demás dando sus entrevistas individuales buscó a FP con la mirada, lo vió y se acercó a él.

— Encantado con la historia, es muy buena

— FP — lo jaló de la camisa para llamar su atención

— ¿Qué pasó Alice? Estoy ocupado

— Tengo que hablar contigo

— Estoy ocupado, al rato hablamos

— Es urgente

— Discúlpenme un segundo chicos — se alejaron un poco de los reporteros — ¿Qué quieres?

— Tienes que ir al hospital urgentemente, te llamaron pero dejaste tu celular en el baño y conteste. Algo le pasó a Gladys

— Dios ¿No te dijeron nada más?

La preocupación se hizo presente en su cabeza y en su corazón. Gladys estaba embarazada de su hijo y tenía miedo de perderlo, ya habían pasado pro algo similar hace ocho años y fue un golpe muy difícil.

Comenzó a caminar hasta el estacionamiento. Alice lo vió marcharse, pero no lo iba a dejar conducir en ese estado, así que corrió detrás de él para alcanzarlo. Por suerte estaba acostumbrada a andar en tacones todo los días, así que podía correr. Por suerte lo alcanzó y jaló la puerta antes de que la cerrara.

— Estás muy nervioso, no puedes manejar así

— Quítate Alice, tengo que llegar al hospital

— No te voy a dejar manejar así, puedes chocar y eso resultaría contraproducente. Déjame llevarte

— Está bien — se pasó al otro asiento y ella tomó el lugar del conductor — conduce rápido por lo que más quieras

— Corro con este tipo de autos

La rubia encendió el motor y efectivamente corrió en el auto a una velocidad bastante alta. El nerviosismo de FP se reflejaba en qué se estaba muriendo las uñas. Estacionó en el hospital y el castaño salió disparado con ella detrás de él. Llegaron a la recepción.

— Buenas tardes, quiero saber cómo está mi esposa, la trajeron hace rato

— ¿Nombre?

— Gladys Williams — se apresuró a decir Alice

— Tiene que esperar a que el doctor salga para poder tener información de ella. Lo único que yo le puedo decir es que cuando llegó ya había perdido mucha sangre

Alice no sabía que hacer, nos e sentía bien al estar ahí pero tampoco quería dejarlo solo, estaba gravemente afectado por el siemple hecho de imaginar que su hijo no sobreviviría. Por suerte, ella nunca había experimentado eso pero de solo imaginarlo se le hacía pedazos el corazón. Solo le pedía a Dios que tanto Gladys como que bebé estuvieran bien.

Pasaron 10 minutos, luego 15 y así hasta que pasaron 35 minutos. 35 minutos en los que FP había estado caminando por la sala de espera de un lado a otro.

— Familiares de Gladys Williams — gritó el doctor

— Yo soy su esposo ¿Cómo está? ¿Cómo está el bebé?