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El día de trabajo de Cheryl terminó y se puso la ropa con la que había llegado. La pelirroja estaba cansada que sólo tomó sus cosas del camerino en el que estaba y se sentó a esperar a que su mamá llegara por ella.

Penélope tocó pero nadie le contestó así que entró y vió a cheryl dormida en un sofá tapada con una manta color rojo.

— Cheryl — habló para que despertara — Niña. Cheryl ya estoy aquí — empezó a moverla

— No por favor. Tengo sueño

— Niña ya vamonos para que puedas dormir mejor en el hotel

— Ere insoportable mamá — dijo la pelirroja y se paró, tomó sus cosas y se enredó en su manta

— Cheryl no seas ridícula, no vas a salir enredada en esa cosa

— Por supuesto que sí madre

— Eres una modelo, tienes que cuidar tu imágen

— Ash, está bien — se quitó su manta y gritó — Sasha

Una mujer entró al camerino de la pelirroja.

— ¿Qué pasa?

— Ya nos vamos, ve tu primero y deja mis cosas en la cajuela por favor — la mujer tomó las cosas — Otra cosa, mi manta no la guardes en la cajuela, porque pienso ir durmiendo

— Sí señorita

La mujer de cabello negro salió y las dos pelirrojas sólo se desafiaron con la mirada para sentarse de nueva cuenta. Cuándo la asistente de Cheryl regresó las dos pelírrojas salieron rumbo al auto.

Las dos mujeres se subieron pero a medio camino Penélope hizo que el chófer se regresara porque no encontraba su celular.

Después de una ardua búsqueda no encontraron el celular de la productora.

— Madre por favor ya vamonos, estoy cansada

— Cheryl te dí mi teléfono ¿Dónde lo dejaste?

— No lo sé ¿Qué parte de estoy cansada no has entendido? Por favor ya vamonos, es sólo un celular

— No es sólo un celular Cheryl, ahí aún seguían las conversaciones que tenía con Jason — gritó

— Mamá tranquila

— No. Eso es de lo poco que me queda de mi hijo — Cheryl vió que su madre estaba apunto de llorar así que sólo respiró hondo — Tú has echo todas las copias de seguridad posibles, porque tampoco quieres perder esas conversaciones

— Mamá — la tomó de los hombros — Tranquilizate, mañana antes de que tenga la pasarela, vamos a comprar otro celular y para ti tranquilidad, también tenías copias de seguridad. Ahí van a estar los mensajes de mi hermano

— ¿Y si ya no están?

— Ahí estarán, te lo prometo. Ahora vayamos a dormir para que podamos hacer eso mañana

— Está bien, pero créeme que si no están los mensajes de mi hijo vas a ver

— Ahí estarán y créeme que te entiendo a la perfección, porque estaría igual si pudiera perder los mensajes de Jason. Ahor por favor, sube al auto, tengo sueño

— Está bien

— Está bien

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