Capítulo 19

1.6K 192 93
                                    

El palacio Imperial  demostraba el esplendor y poderío de Obelia, siendo tres veces más grande que el castillo Mysorre en Sidonia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El palacio Imperial demostraba el esplendor y poderío de Obelia, siendo tres veces más grande que el castillo Mysorre en Sidonia. Construía un aura rebosante de magia y lujo. Dianne quedó paralizada al solo verlo, no era su imaginación, estaba en frente en una escena del libro, olvidando por completo la magia que la había traído en segundos hasta ahí. Sinceramente estaba asombrada por la cantidad de oro que tenía en columnas y estatuas radiantes a los rayos del sol. Parecía un delito observar tan exuberante construcción.

Un sirviente vestido de chaqueta y pantales se acercó a ellos haciéndoles una reverencia.

― El príncipe Zion Dalal de Sidonia hermano menor del rey y el primer ministro, el duque Iktam Ram. Es un gusto tenerlos visitando el imperio de Obelia, los llevaré a sus respectivas habitaciones, el rey los invita a cenar con él más noche. Pasado mañana al medio día empezaran las negociaciones, de mientras disfruten el palacio y sus alrededores.

Aquel sirviente se presentó como un mayordomo del lugar, sinceramente no puso atención a su nombre, lo más probable es que moriría en un futuro por ella o por Claude. Estaba más preocupada observando el lugar, recordando la historia y viéndola de cerca como si fuera una intrusa. El mayordomo comenzó a relatarle un poco más a modo de tourneé sobre el palacete.

― El palacio imperial es la residencia oficial que alberga a la familia imperial, consiste de varios edificios grandes denominados palacios, los cuales cada uno tiene su propio personal. El palacio del emperador es donde vive el actual el emperador, el sol de Obelia el gran Amarion de Alger Obelia y su hijo Athanasio de Alger Obelia ― explicó señalándolo-. Pasado mañana será traido a la sala del trono real, para la audiencia con el emperador.

*No sé el nombre original del padre de Claude, si alguien lo sabe favor de decirme.*

El sirviente prosiguió hablando de los demás castillos: el esmeralda que es la residencia oficial de las princesas, el rubí que es construido para el harén del emperador y en el que se quedarían era el Palacio Opallios* que estaba un poco más atrás de los palacios principales. Esta era para todos los invitados, ya que su color blanco se vinculaba con la confianza. Entraron por las puertas llenas de joyas y ubicaron a cada uno en sus habitaciones correspondientes. Dianne se despidió de Iktam y se dirigió a su habitación, era bastante cómoda y grande, con cortinas de color verde y una cama acolchonada con sabanas de seda, además de una pequeña sala para visitas.

Se sentía algo irritada ya que todo su guardarropa lo traerían después y tenía unas ganas inmensas de bañarse, un viaje de un día la hacían sentirse sucia. Escuchó que alguien tocó y se aproximó a abrir la puerta, por suerte para ella se trataba de Alaia y ya que habían traído a gente de confianza habían establecido que solo los sirvientes traídos de su país los atenderían. Francamente confiaba en Obelia puesto que Sidonia era un pequeño país no habría necesidad de hacer una emboscada para obtener nada, y además eran socios comerciales. Aun así tomó sus debidas precauciones, era un imperio poderoso pero sobre todo ambicioso y con un emperador tirano.

Dianne: la verdadera princesa encantadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora