Dianne, no sabía qué hacer, la alzó del cabello y gritó de dolor.
-Mírate, si fueras una niña serías mía- Se acercó y la olió. Era asqueroso, por mucho que quisiera escupirle y darle una patada no podía hacer eso, si lo hacía ¿no lo mandarían a matar?, solo pudo fulminarlo con la mirada. No se sorprendía que este pedazo de mierda hubiese dañado en el futuro a la Dianne real.
Ella escuchó una voz conocida a lo lejos, que se acercaba cansada.
- Salve al segundo príncipe de Sidonia, la estrella del reino..
Dianne, suspiró de alivio, casi parecía bajado del cielo, era Jonas, el subjefe de caballeros, su maestro. Jonas no pudo dejar de mirar a Dianne con nerviosismo.
- Hola Jonas, por lo que veo conoces al chico ¿no?, es muy lindo ¿verdad?
- Es mi sobrino su alteza, es hijo de mi hermana, lo estoy capacitando para ser un caballero.- Dijo intranquilo.
El príncipe aventó a Zion como un trapo, Dianne se estremeció, el trataba a las personas como juguetes.
- No sabía que tenías familia –Comentó mordazmente- la próxima vez, dile que tenga más cuidado. Los niños lindos como él, pueden ser raptados fácilmente- Se alejó sin decir más.
Dianne no lo había conocido en persona pero, si ya lo despreciaba desde hace mucho tiempo, ahora, era un odio genuino. No se sentía culpable de lo que le depararía el futuro.
Sentía que su sangre le pesaba, que estaba atascada, llenándola de una gran furia, no era de las personas que dejaban las cosas por si solas, si él le había jalado el cabello, ¿por qué ella no le cortaba la cabeza?
-Zion, ¿estás bien?- preguntó preocupado Jonas.
Dianne, regresó de sus pensamientos.
-Sí, Jonas... gracias por la ayuda- le sonrió Dianne, sin darle importancia.
- No te acerques a ese hombre, es un hombre malo Dianne... ten más cuidado la próxima vez ¿sí?- Le dijo dulcemente.
-No te preocupes Jonas, solamente no le comentes este incidente al séptimo príncipe ¿sí?- Dianne estaba preocupada, no era el momento de los enfrentamientos entre su hermano y el segundo príncipe, podría ser perjudicial ahora.
Jonas aceptó y ella se alejó, ahora que estaba furiosa podía empezar con sus siguientes preparativos. No tendría piedad ni tolerancia.
En las siguientes semanas empezó a correr el rumor de que al segundo príncipe le gustaba hacerlo con animales.
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Dianne: la verdadera princesa encantadora
Fiksi Penggemar¿Qué harías si despertaras en la madre de la protagonista? Dapinka, una joven universitaria y bailarina de danza oriental, era la chica más indeseable, conocida por coleccionar hombres como si fueran monedas. Ella, reencarnó en la madre de la prota...