The Alpha Wolf [Teen Wolf II]

II

═════ ❀∘❀∘❀∘═════

═════ ❀∘❀∘❀∘═════

—DEBERÍA HACERSE HOMBRE y empezar a salir de sus problemas él solito. Nadie lo mandó a meterse al bosque en plena noche —me quejaba mientras Derek y yo caminábamos en dirección a Scott.

Básicamente, a salvarle el pellejo una vez más.

—Scott está buscando a tu amiga —me recordó Derek. Yo rodé los ojos.

No olvidaba los buenos momentos que había pasado con Lydia, por supuesto que no. No olvidaba que ella me había incluido en su grupo de amigos e hizo todo lo posible para que me olvidara de Scott y Stiles, pero tampoco me olvidaba que ella desconfió de mí, de mi familia. Me abrí con ella en un momento de debilidad y ella me lo pagó tratando de psicópata a mi tío, cuando yo misma le había asegurado que Derek era inocente.

Por culpa de su testimonio y el de Allison, su buena amiga, yo me convertí en la criminal más buscada del condado.

Pero aún así, ahí estaba. A mitad de la noche, en el bosque que tan bien conocía, buscándola para ponerla a salvo de los cazadores.

—Lydia no es mi amiga —refuté.

—¿Me obligas a salir al bosque en medio de la noche para buscar a una pobre adolescente perdida porque ahora eres una buena samaritana? No me jodas, Laine —espetó.

Yo rodé los ojos.

—Tal vez quiera limpiar mi pasado de exconvicta —respondí, divertida. Él me miró mal, puesto que odiaba cuando hablaba del poco tiempo que pasé en la comisaría—. En fin. Lydia dejó de ser mi amiga cuando te llamó psicópata y se puso del lado de Allison por celos.

—Entonces deberías enfadarte con Scott y su gran bocaza —replicó él—. Y tú le robaste el novio.

—Sí, pero eso fue después.

Derek no respondió. Tal vez porque los problemas de adolescentes inseguros no le importaban, o porque habíamos escuchado un ruido a pocos metros de distancia. Se frenó y me tomó del cuello para obligarme a agacharme. Lo miré mal por sus modos, pero no dije nada ya que había reconocido la voz de Scott a lo lejos.

El chico estaba intentando ayudar a un hombre lobo, omega, que estaba atrapado en una trampa. Probablemente, una de las de los Argent.

Cuando escuchamos pasos aproximándose, Derek tomó a Scott de los hombros y lo arrastró hasta donde yo estaba. Nos escondimos detrás de los árboles para que no nos vieran mientras que Scott forcejeaba con nosotros para ir a ayudar.

—¡Hay que ayudarlo! —exclamó, mirándome a mí.

—No, será peor. Para ayudar a ese omega tendré que deshacerme de todos esos cazadores, incluyendo a Argent. Llamará la atención de más cazadores y tendremos la ciudad llena de ellos —expliqué con molestia.