The Alpha Wolf [Teen Wolf II]

XX

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Mi espalda chocó contra la pared del pasillo, rompiendo todas las fotos que estaban colgadas cuando Steve me lanzó hacia esta, muy enfadado.

May pasó por nuestro lado, sacando sus garras y gruñéndole a Damon, quien retrocedía sin sacar su mirada de encima de ella.

Agarró el pomo de la puerta, dispuesto a abrir e irse, pero a último momento decidió echarle un vistazo a su hermano. Pateé las piernas de Steve, mandándolo al otro lado del pasillo, y me coloqué entre May y Damon para evitar que saliera lastimado.

—¿Steve? —susurró, recibiendo un gruñido de parte de su hermano—. ¿Qué está mal, Steve?

—Damon, debes irte.

Damon no me hizo caso, pero comenzó a alejarse hacia una esquina del salón. Lamentablemente, mis dos Betas decidieron atacar en ese momento, Steve yendo por mí y May por Damon. El muchacho cayó sobre la mesa ratona y la hizo pedazos. Tomé a Steve por la garganta y lo lancé hacia el pasillo otra vez para correr hacia May y alejarla de Damon, pero Steve se recuperó con rapidez y enseguida fue hacia mí.

Sin embargo, nunca llegó. Una flecha pasó por mi lado a gran velocidad, clavándose en el hombro de Steve y dándome tiempo para lanzar a May a su lado y rugirles a los dos con autoridad.

Mostrando inferioridad, los dos Betas se alejaron hasta chocar contra la pared y se volvieron humanos otra vez, por lo que fui a revisar a Damon. Estaba inconsciente por el golpe, así que lo acomodé en el sillón y fui con Steve y May. May miraba al intruso con desconfianza, mientras que Steve gruñía por la flecha que tenía clavada en su hombro. Me acerqué a él y le quité el objeto de un tirón, sacándole un gemido de dolor.

Finalmente, volteé hacia él. Sabía perfectamente quién era y no podía seguir ignorándolo toda la noche.

Sebastian me dio una mirada desde la puerta, pero siguió acomodando sus flechas sin darme mucha importancia, como si no acabara de dispararle a mi Beta en mi propia casa.

—¿Qué pasó aquí?

Genial. Como si no fuéramos muchos ya se nos unía Thomas a la fiesta, con lo bien que mi tutor se llevaba con los cazadores.

—Los Betas de su hija se salieron de control —contestó Sebastian—. Yo pasaba por el vecindario cuando oí los ruidos.

Steve soltó un gruñido por lo bajo, pero no respondió nada y decidió dirigirse hacia su hermano para verificar su estado. Lo vi tomar su mano, quitando un poco de su dolor.

—¿Qué haces aquí? —pregunté, cansada. Pasé un brazo alrededor de May y la llevé hacia un sillón individual.

—Mi tía está muerta —contestó. Yo lo miré con una ceja alzada—. Victoria, la mamá de Allison. Tu tío la mordió.