The Alpha Wolf [Teen Wolf II]

XIX

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—No te la puedes perder. ¡Es la fiesta más grande del año!

—Lydia...

—¡Nunca te has perdido una fiesta mía! Ni siquiera antes de ser amigas.

—Lo sé, pero...

—Ven cuando puedas —insistió—. Al menos un rato. No hace falta que vengas temprano o te quedes toda la noche.

Suspiré oyendo la insistente voz de Lydia por el teléfono. Hoy era su cumpleaños, por lo tanto haría una fiesta como hacía todos los años desde que entramos a la secundaria. Usualmente no mandaba invitaciones porque todo el mundo estaba invitado, al menos los estudiantes de nuestra escuela, por lo que yo iba desde que Tom me sacó de Devenford, pero suponía que ahora Lydia quería confirmar mi presencia luego de nuestra reconciliación. La verdad era que las fiestas que Lydia y Jackson daban solían ayudarme a olvidar durante un rato el trauma que Gerard Argent me había causado, incluso cuando no era amiga de ellos, por eso nunca me las perdía.

Desafortunadamente, esa noche también sería la primera luna llena de mis Betas. Derek había dejado en claro que no quería que vaya a la estación de trenes ni quería traer a sus Betas a mi sótano, básicamente no quería que nos ayudemos el uno al otro, aunque honestamente no creía que tener cinco Betas rabiosos en un mismo lugar fuera una muy buena idea.

Lydia llevaba todo el día insistiendome para que vaya a su casa, pero no iba a dejar a mis Betas solos por ir a una fiesta.

Me despedí de Lydia y corté el teléfono para bajar al sótano. Steve y May ya estaban un cuartito dentro del mismo sótano, amarrados a las paredes, bastante parecido a como Kate Argent me había encadenado a mí pero sin las descargas eléctricas. Thomas y yo lo habíamos hecho para encadenarme a mí luego de la muerte de mi familia.

—¿Cómo aprendiste a controlarlo? —preguntó May. Noté una capa de sudor cubriendo su frente por el esfuerzo que hacía para no rendirse ante sus impulsos.

—Con un mantra y un triskel. Derek y yo lo tenemos tatuado —comencé a hablar con la intención de mantenerlos distraídos—. El triskel tiene diferentes significados en diferentes culturas. Pasado, presente y futuro; madre, padre e hijo. Para nosotros representa nuestros tres estados: Alfa, Beta y Omega, y es un constante recordatorio de que podemos subir a uno y caer a otro. Steve, ¿sigues conmigo?

Mi Beta me miró con los ojos brillando de color dorado.

—Tu clase de historia no me funciona.

—Hay diferentes mantras. ¿Cuáles son las tres cosas que no se pueden ocultar? —pregunté. Steve me miró sin entender—. El sol, la luna y la verdad.