Bajo la Luna

Tan Cerca

LAMENTO LA ESPERA. GRACIAS A TODOS POR SU PACIENCIA INFINITA. <3 DISFRUTELO. LOS QUIERO.

Fui a la cama tras haber terminado de cenar.
Me encontraba agotada, como si no estuviera durmiendo bien. Tal vez esos estúpidos sueños me robaban el descanso que necesitaba tomar por las noches.
Me quite el vestido rosa palo, arroje los, ahora, incomodos zapatos. Cepille y peine mi cabello tras vestir mi camisón, para después acomodarme bajo las sabanas de la reconfortante cama de plumas.

Desde que Willas se había marchado todo en mi vida parecía tan aburrido. Lo único que recordaba, desde que el se había ido, era la soledad y esos extraños sueños.
Al amanecer tendría que buscar si los padres de Beth guardaban en sus bibliotecas personales algún libro sobre el significado de los sueños.

<<Una vez mas, mi amado y yo escapábamos del mundo para refugiarnos entre las montañas y consumar nuestro amor. Antes del amanecer, justo en esa hora en la que debíamos despertar de nuestra fantasía y volver a la realidad, sentí como sus labios me besaban>>

-Feliz cumpleaños Dany -Un susurro, suave como la brisa de la mañana, me despertó. Había sido tan delicado que no sabría decir si era mi propio subconsciente, recordándome mi cumpleaños o si era solo parte de mi sueño.
Suspire con una sonrisa en labios, extendiendo mis brazos para desperezarme mientras me sentaba sobre la cama. Al abrir los ojos nuevamente, encontré un florero de cristal, en la mesita que se encontraba a un lado de la ventana, repleto de hermosas peonías color rosa, eran de mis flores favoritas.
Con una gran sonrisa corrí hasta ellas, esperando ver una pequeña nota, que me diera algún indicio de quien las mandaba, pero no encontré nada.
Aquello no me desanimaba, solo me llenaba mas de asombro e intriga por saber el origen de aquel hermoso detalle.

Mientras miraba por la ventana y me cubría con una bata, escuche que llamaban a la puerta, con tanta cautela que seguramente Beth, quien yo suponía era, pensaba que seguía en cama.
Sin esperar a que volviera a llamar me apresure abrir la puerta, y recibirla con una sonrisa, que se volvió mas grande, y sincera, cuando mire la pequeña, pero preciosa tarta que llevaba en manos. Era idéntica a una que vendían en "sucre à la crème", mi panadería favorita.

-Feliz cumpleaños -Susurro entusiasmada, antes de girar y dejar la tarta sobre la bandeja que su primo cargaba. Hasta ese momento no había sido consciente de que su primo estaba de pie, justo detrás de ella, llevando una bandeja con una jarra de té, tres tazas de porcelana a juego y un par de cubiertos de plata.
Beth se acerco y me abrazo con tanta fuerza, que por un momento dude que se tratara de ella, siempre había sido delicada. -Espero que no te moleste vengamos a desayunar aquí.

-Será todo un honor -Respondí con alegría y amabilidad, dándoles paso a mi dormitorio.
-Feliz cumpleaños- Dijo amable e inmediatamente, Adam, llevo la bandeja, la cual se notaba le pesaba, a la mesa de desayuno; las dos habitaciones principales, eran tan amplias que contaban con una pequeña sala y mesa para tomar el té. Adam se estaba quedando en una tercera, una no tan grande; justo al final del pasillo de donde estaba la de Beth, la cual era muy similar a ésta.

Me acerque al espejo, donde comencé a peinar lo que quedaba de la trenza que anoche me había hecho.

-Esperamos no haberla despertado -Escuche decir a Adam.

-No hay porque preocuparse, estaba de pie cuando tocaron- Comente girando hacia ellos.

-¿Y eso por que? -Beth tomo asiento y comenzó a servir el té- Deseaba tanto despertarte y que vieras la tarta ya en la mesa.

Enternecida la mire por unos segundos.

-Pues me temo te han ganado, desperté por -Dude- un poco de viento que se coló por la ventana -Respondi, convenciéndome de que eso era lo que había sucedido. Mire en dirección de la ventana, justo a la mesa, en la cual yo juraría que, pocos minutos, segundos, antes, yo había visto, tocado y olido, un enorme arreglo con las mas hermosas flores.