Bajo la Luna

Peligro en el Bosque

Hola lectores <3

¡Estoy super feliz porque recibí mi carta de aceptación de la universidad!
Por ello este día, que he tenido libre, lo he dedicado a terminar de escribir este nuevo capítulo. Espero lo disfruten.
Y bueno, ya se acercan las vacaciones, por lo que pronto estaré actualizando.

Ya habían pasado dos noches desde que mis recuerdos comenzaron a regresar, pero aun existían algunas lagunas oscuras en ciertos detalles o momentos en concreto.
La mañana que había perdido mi virtud, era lo que recordaba con más claridad; seguía sonrojándome cada vez que Joseph me miraba a los ojos o rozaba mi mano, a él parecía agradarle, pero sabía que él deseaba que las cosas volviera a la normalidad. Por mi parte, simplemente no me sentía preparada, para mí, intimar con él, era como hacerlo por primera vez. Y a pesar de que Joven Lobo lo comprendía, sus besos y caricias actuaban de forma contraria.

La pasada noche, mientras ambos nos preparábamos para dormir, comencé a preguntarle sobre algunos de esos vagos recuerdos, ya se había vuelto una conversación habitual el recordar viejos tiempos con su ayuda.

-Claro, recuerdo que esa noche no pude dormir –Sonrió ampliamente- Y no solo era tu olor o belleza la que me impedía cerrar los ojos, sino, la batalla constante que llevaba en mi cabeza, deseaba que fueras mía, sabía que eras para mí, pero sin embargo era consciente de lo difícil que sería conseguirte –Suspiro sentándose a mi lado, sin perder su alegre semblante.

-¿Por estar enamorada de otro hombre?

-No –Soltó una divertida risa- Desde el momento en que nos conocimos supe lograrías enamorarte de mí, podemos no saber mucho de las Lunas, pero es bien sabido que tanto un Licántropo que encuentra a su Luna, como ella misma, no pueden evitar ese sentimiento.

-Significa que no había nada de qué preocuparte –Lo mire sonrojada, con el ceño fruncido.

-Eso crees tú, porque no sabes aún mucho sobre nuestras historias –Encogió de hombros- Aunque deberías saberlo ya que te gusta leer esas novelas románticas.

Pensé por unos segundos, buscando la solución. Repase cada historia en mi cabeza, y no solo de novelas, sino también historias narradas por las damas nobles o doncellas que conocía, en la mayoría de estos relatos, siempre se sufrían por un tercero y sino era el caso, las cosas siempre daban un giro inesperado. En el amor, las cosas no siempre eran sencillas, y menos para aquellos que competían contra un mejor postor.

-Siempre hay que luchar... -Susurre con un poco de duda, a lo que el asintió con un movimiento de cabeza.

-Las mejores cosas que tendrás en tu vida, siempre serán aquellas por las que has luchado –Tomo mi mano, la cual se encontraba sobre mi regazo y sonrió- Sabrás que a todos esos hombres nobles se les quita el interés cuando han conseguido las cosas fácilmente, y eso solo es resultado de no haber hecho un esfuerzo por alcanzarlo.

Incline la mirada, dando la razón a Joseph, más de una conocida estaba casada por interés económico y físico por parte de ellos. Beth solo me contaba lo desdichadas que eran en sus matrimonios aquellas damas que alguna vez fueron nuestras amigas; El dinero las había cambiado, y sus corazones se habían enfriado.
Hasta hace unas semanas, consideraba que Beth y yo éramos afortunadas por nuestros hombres, pero ahora entendía que estuve a un paso de entrar en aquella lista de mujeres desdichadas. Encontrar a Joseph me había salvado.