El frio viento matinal entro por la ventana, escabulléndose entre la cama enfriando mi espalda. Había dormido de maravilla, sin ningún temor o pensamiento que pudiera impedir que Morfeo hiciera de las suyas.
Desperté lentamente. Al mirar la habitación recordé el porque me hallaba ahí y con quien había pasado la noche. Gire un poco, aun adormecida, para poder apreciar a mi compañero, mi invitado.
Pero no estaba más.
-¿Joseph?- Me incorpore un poco, quedando sentada sobre la cama.
No verlo por ningún lado, me hizo entristecer. Se había ido y tal vez no volvería a saber de él. No entendía porque me dolía aquello <<Apenas lo conoces>> repetía en mi cabeza, pero yo era demasiado testaruda como para escuchar.
Era mejor si se había ido, lo sabia. Me ahorraría tantos problemas con Willas y hasta conmigo misma y este debate que tenia con mis estúpidos sentimientos.
Repentinamente la puerta del baño se abrió dejándolo ver, desnudo y mojado. Mis labios se separaron levemente al mirarlo de esa forma. Lucia incluso más guapo y perfecto.
-Espero no te moleste que haya tomado una ducha- Murmuro sin mirarme, pasando la mano por su húmedo cabello.
-Esta bien...-Me tropecé en mis palabras, no podía contenerme y sentir una extraña excitación fue inevitable.
-Ya te dije que puedes tocar cuando quieras- Se acerco a la cama, mirándome perversamente. Me sonroje y le arroje una de las almohadas esperando detenerlo.
-Juro que eres un idiota- Bufe.
Comenzó a reír, cubriéndose con el cojín. Un cosquilleo me recorrió al escucharlo, su risa era tan distinta a las que había escuchado antes, tan genuina y sincera.
-Solo decía- Dijo poniéndose los pantalones- Que si quieres tocar a un hombre de verdad, aquí me tienes.
Guiño un ojo y se tumbo a mi lado, estaba alegre. Eso me extraño y asusto un poco <<se habrá masturbado>>
-No necesito hacerlo para estar feliz- Soltó en una carcajada.
Mi impresión no tardo en mostrarse.
-¿Cómo es...que tu?
Llamaron a la puerta. Inmediatamente aquel miedo que se siente al estar por ser descubierta en algo que no es lo que parece, se presento, agitándome levemente.
Mi mirada se enfoco en la ventana, donde pude ver a Joseph. Al parecer estaba por salir. Puso un dedo sobre sus labios y salto.
Cubrí mi boca, ahogando un grito.
-Dany... ¿Estas despierta?
Willas aun seguía esperando afuera. Salí de la cama y corrí hasta la puerta, abriéndola un poco.
-Hola...
-Dany...-Tomo aire- Nuestros amigos nos esperan cariño.
-Tú adelántate, yo iré en cuanto este lista...
Se le notaba algo avergonzado y arrepentido. Pero no pensaba perdonarlo, bueno... no hasta divertirme por un buen rato.
Así que sin decir nada, asintió en silencio y beso mis labios antes de dejarme sola en la casa.
Suspire aliviada y me tumbe en la cama por unos segundos, antes de recordar a mi extraño invitado.
Corrí hasta la ventana, buscándolo con la mirada pero ya no había rastro de él. Ni siquiera despedirme pude.
ESTÁS LEYENDO
Bajo la Luna
Lobisomem"Viste mi dolor irse en la lluvia, viste la sangre correr de mis venas y aun así no viste ningún fallo, ningún problema en mi corazón" -J. Dany Westerton espera pasar una semana tranquila en compañía de sus amigos y prometido, en las mansiones de c...