¡Felices fiestas!
Un dificil noviembre y un festivo diciembre es lo que he tenido, ahora regreso con un nuevo capitulo y con muchos mas.
Ahora que he terminado con mis deberes podre continuar con esta y otras historias que tengo en mente.Gracias por su apoyo y paciencia a todos los que me leen. Y gracias aquellas hermosas personas que me comentan y me alientan a seguir. Besos!
___________________________________________________________Despertaba una vez mas en brazos de Joseph. Ambos cuerpos estaban desnudos y abrazados bajo las sabanas blancas de algodón. No podía pedir nada mejor, estaba viviendo mi propio cuento se hadas, incluso me atrevería a decir que era mucho mejor que uno.
Mire el rostro de mi amante, quien seguía dormido tan profundamente, y aproveche para estudiar nuevamente sus facciones. Es que me fascinaba todo en él; su tersa piel, sus castaños cabellos que a la luz del sol se veían dorados, sus rosados y carnosos labios, la linea de su mandíbula, su nariz tan perfecta, esas cejas gruesas, hasta la cuenca de sus verdes ojos era perfecta.
Me coloque sobre él y deje un casto beso en sus labios antes de envolverme en una de mis batas de seda y dejarlo solo en la habitación para bajar la bandeja de la cena de la noche anterior a la cocina.Comencé a cocinar pequeños panqués de moras azules, de una receta que nos había enseñado la señora Sully, una mañana que se encontraba de buen animo, muy extraño en ella, y mientras terminaban de hornearse prepare un poco de zumo con unas naranjas que decoraban el frutero.
20 minutos después todo estaba listo y servido en la mesa. Tome un respiro admirando todo con orgullo, a pesar de haber dejado de cocinar panqués por un par de años, aun era buena haciéndolo.Decidí subir a buscar a Josph, había estado por 1 hora horneando panqués y el aun no despertaba. Llegue a las escaleras y antes de poder si quiera subir el primer escalón llamaron a la puerta.
<Maldición> Exclame en mi cabeza, seguro se trataba de Beth y su primo que venían a desayunar. Irritada camine hasta la puerta, sin dejar de maldecir en mi cabeza, pensando el la excusa perfecta para explicar cualquier duda que pudiera tener. Amarre con fuerza mi bata, para evitar accidentes,y abrí la puerta.Me sorprendió encontrar a un extraño hombre, tal vez se trataba de uno de los hombres de Willas. Pero a diferencia de muchos que ya conocía, este no vestía ningún traje, ni un rostro malhumorado o poco atractivo.
El sujeto miraba mis ojos antes de comenzar a mirarme de arriba abajo, mostrando una expresión seria. Me incomodaba la forma en que sus ojos me analizaban, como si buscara mis imperfecciones.
-¿Que necesita? -Pregunte nerviosa, me asustaba un poco la forma en que sus oscuros ojos me inspeccionaban.
-Dany -Llamaron mi nombre con voz firme y fría. Tarde un par de segundo en descubrir que era la voz de Joseph, gire y lo mire al pie de las escaleras, con el torso desnudo y sus pantalones colgando por sus caderas.
-Sabia que te encontraría aquí -Respondió el extraño con una voz gruesa. Yo no entendía nada, pero era claro que se conocían.
Joseph se acerco y me aparto, colocándome a sus espaldas con aire protector. Gruño mostrando sus colmillos, cosa a la que respondió el otro hombre con la misma acción; era un lobo también. Segundos después ambos rieron y se dieron un fuerte abrazo. ¿De que me había perdido?
-Pensé que no habías logrado escapar.
-Después de que todos huyeron tuve un poco de tiempo, el cual aproveche -Encogió de hombros Joseph mientras sonreía.
-¿Por que no llegaste al campamento? Te estuvimos buscando por dias, hasta que Marei me dijo que te había visto -Suspiro algo enfadado- Todos imaginábamos lo peor.
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Bajo la Luna
Kurt Adam"Viste mi dolor irse en la lluvia, viste la sangre correr de mis venas y aun así no viste ningún fallo, ningún problema en mi corazón" -J. Dany Westerton espera pasar una semana tranquila en compañía de sus amigos y prometido, en las mansiones de c...