tres

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Josephine

Bien, tal vez estaba exagerando un poco ya que no me fui realmente de la casa o algo parecido, de hecho, ni siquiera había bajado hacía el primer piso, pero ese era otro caso.

Fui directamente hacía la sala de entretenimiento y encendí el gran televisor con el control remoto. Me senté en un gran sillón de cuero rojo que se encontraba en el centro y cerré con fuerza mis ojos. Llevé las manos hacía la cabeza y apreté. No podía creer lo testarudo y grosero que era ese tal Hero. Ni siquiera había tenido una conversación real anteriormente con él, como para me hubiera tratado así. Insolente, terco, creído, hermoso y con unos ojos preciosos que... Esperen, no. «Detente», me dije. Tendría que dejar de pensar así sobre él. Nadie con ese horrible carácter merecía la pena. Sin duda este sería un verano muy largo.

No me di cuenta de que alguien permanecía sentado a mi lado. Tampoco me había dado cuenta de que el televisor estaba apagado. Abrí los ojos y miré a Félix mientras revolvía su cabello con una mano y estiraba sus piernas, reposándolas en la mesa de café cuadrada frente a nosotros.

Félix tenía una complexión delgada y también era alto. Su piel era tan pálida que pensé que nunca salía de casa. O de la ducha. Su cabello era castaño claro y alborotado, y sus ojos eran celeste increíble, aunque nunca los compararía con los de Hero. Me sonrío nerviosamente.

—Hola —Dijo. Lo salude con la mano y después las cruce por delante de mi pecho. Me sentía un poco incomoda con el

—. Así que Josephine, um. ¿Realmente estas aquí para hacerle compañía a Hero?

—Bueno, supongo —Dije extrañada por la pregunta. El asintió para sí—.

—Entonces los rumores son ciertos.

— ¿Rumores? ¿Qué rumores? —Pregunte mientras lo veía fruncir el ceño y sacudir su cabeza levemente—.

—Hero me comento algo ayer, pero pensé que estaba haciendo una broma de mal gusto. Ahora entiendo su enojo —Dijo mientras se levantaba del sillón y comenzaba a caminar a la salida—.

— ¿Sobre qué? ¡Hey! ¡No te vayas! ¡Espera! —Le grite mientras me levantaba del sillón y corría tras de él. Se detuvo debajo del marco de la puerta y me miro divertido—. ¿Qué dijo Hero?

—Que su mamá le había conseguido una niñera —Dijo divertido—.

— ¡No soy su niñera! —Le respondí enojada—.

— ¿Entonces? ¿Para qué te contrataron?

—Uh, yo... —y ahora, ¿qué le digo? Vamos Josephine, ¡piensa! —. Yo um...

— ¡FÉLIX! ¡Ven aquí! —Hero gritaba desde su cuarto. Félix le grito un "Ya voy" en respuesta—.

—Nos vemos luego Josephine—Félix me dijo mientras me brindaba una sonrisa. Después se marchó rápidamente al cuarto de Hero y me dejo ahí sola. Decidí seguirlo.—Creo que ella es molesta —Dijo Hero en tono arrogante. Me detuve, escondiéndome por detrás de la pared—.

—No lo es. Josephine parece ser realmente amigable.

Gracias Félix, te has ganado tres puntos.

Hero espero un momento antes de preguntar. — ¿Cómo es ella? Quiero decir, físicamente.

—Tiene el cabello demasiado largo y ondulado. Mmm, ¿qué más? —Asome mi cabeza un poco para obtener una visión concreta de la plática entre los dos. Félix estaba de espaldas hacía mí, pero Hero me estaba mirando fijamente. Mi corazón se detuvo por un segundo antes de darme cuenta que realmente no podía verme. Félix volvió a hablar—. Tiene mejor cuerpo que Alice, eso te lo puedo asegurar.

Corazón Ciego | HerophineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora