once

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Josephine

—¿Josephine? ¿Qué haces aquí? —Pregunto Trevor mientras seguía apretándome en su abrazo. No hice nada para separarme—. No sabía que conocías a Félix.

—Um... No realmente —El levanto una ceja en mi dirección—. Estoy aquí porque un amigo me

— ¡Josephine! —Grito Félix sonriendo mientras se dirigía en mi dirección. Lo salude, al igual que Trevor. Los dos seguíamos pegados, cuerpo a cuerpo. Cuando Félix nos vio, su sonrisa se desvaneció rápidamente—.

—Qué onda, Félix—Le dije separándome de Trevor. El me devolvió una mirada fría—.

«Que extraños son los chicos».

—Josephine, ven aquí. Hero me pidió que te llevara con él. Ahora.

—Ella está conmigo, Félix —Respondió Trevor a la defensiva. Yo rodé los ojos y miré hacia otro lado—.

—Olvídalo, Armstrong —Dijo Félix visiblemente molesto—. Esta es mi casa y yo hago lo que se me pegue la gana. Eso incluye llevar a Josephine con su novio.

«¿Qué? ¿Cuál novio? ¿Él dijo Hero? ¡Hero no era mi novio! ... Por desgracia».

—Ella no tiene...

—Mira, si no te parece la idea, mejor lárgate de mi casa, ¿está bien? Ahora déjala en paz.

Trevor me volvió a sujetar a su costado. Yo no quería que los dos pelearan, así que preferí separarme de él y volver con Hero—. Trevor, está bien. Iré con mi novio —Le lance una mirada extrañada a Félix. Me debía una gran explicación—. Hablamos luego, ¿vale? Te quiero.

Trevor me devolvió una mirada de soslayo y después desapareció en el interior del cuarto. Me volví hacía Félix.

— ¡Qué te sucede! ¿Novio? ¡Por qué le dijiste eso! —Le regañe entre susurros, mientras bajábamos las escaleras juntos—.

—Tenía que hacerlo por tu bien. Él no es una buena compañía.

—Estás demente, ¿verdad? Tú eres el único aquí que no es una buena compañía. ¡Ni siquiera me conoces! —Le solté cuando ya habíamos llegado al primer piso. El me miro—.

—Dentro de muy poco me lo vas a agradecer —Dijo él, aún serio. Me di media vuelta, dispuesta para irme, pero él me detuvo— Hero de verdad te está buscando. Está en el patio trasero. Ve y búscalo.

— ¿Quién eres tú? ¿Su mensajero? —Me di media vuelta, de nuevo, para enfrentarlo, pero el ya no estaba ahí—.

—Estúpido —Dije para mí y me encamine hacía el patio trasero—.

Después de esquivar a la gente, me encontré con un Hero sentado y pensante en la orilla de la alberca, solo que sin mojarse. Estaba mirando hacia la nada.

— ¿Qué sucede? —Le pregunte sentándome a su lado y enterrando la cabeza entre mis piernas flexionadas—.

— ¿Dónde estabas? Encontré a Félix justo después de que tú te marchaste —Me respondió curioso. Me gire para verlo. Sus ojos Mieles se habían tornado a una especie oscuro que me dio escalofríos—.

—Lo estaba buscando. Después me encontré con un amigo y ya sabes. Perdón, se me paso el tiempo muy rápido.

—Sí, está bien. No te preocupes —Alzo una mano acaricio mi mejilla caliente con sus dedos. Me congelé por unos segundos y después cerré los ojos—. Tienes fiebre. ¿Te sientes bien? —Dijo apartando su mano de mí. Abrí los ojos. Me miraba, literalmente, con unos ojos de amor. Sacudí la cabeza. Esta fiesta me estaba causando alucinaciones—.

Corazón Ciego | HerophineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora