Borrador 6
Kanzaki es un chico víctima de abuso sexual quien termina siendo culpado del asesinato de su mejor amigo y es encarcelado injustificadamente.
En Naraka, un centro de readaptación y salud mental, conocerá a Volkov y a Katsuragi, dos presos...
Nota: El nombre del personaje Seisou Vólkov cambiará a Seishirō Vólkov, básicamente porque la palabra Seisou no es un nombre. Mi error, lo lamento.
Un pequeño resumen del capítulo anterior porque ha pasado mucho tiempo: En el capítulo anterior el invierno comenzó. Kanzaki trabajaba en la enfermería, Katsuragi y Naomi tuvieron una conversación bastante seria en la enfermería y Kanzaki no pudo escucharla. También Katsuragi y Kanzaki hablaron en el patio de receso, el primero le contó cosas sobre su vida, sobre su ex novia que desapareció hace algunos años, sobre el fallecimiento de su madre y sobre un preso llamado Shota Nakamura, de quien se enamoró pero que terminaron transfiriendo. También dimos un vistazo al pasado de Kanzaki y se contó su salida del clóset.
Ahora sí, empecemos
• • •
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
• • •
Kanzaki atendía la herida de un recluso con la naturaleza del rinoceronte. Se trataba de una laceración de grado medio, pero el resto de su cuerpo también estaba lastimado. Había aplicado un ungüento anti bacteriano y ahora vendaba el brazo de aquel hombre, de manera cuidadosa y amable.
—Cada vez haces un mejor vendaje.— Le dijo Naomi.
—Gracias. He estado practicando un poco.
—¿Entonces soy el sujeto de pruebas de su enfermero, doctora?— le preguntó el otro recluso a manera de broma.
—Sí. Y eres el mejor sujeto de pruebas qué hay, porque te lastimas una vez por semana. ¿Cuándo vas a dejar de buscar pelea con Seishiro Vólkov?— regañó.
—Cuando por fin logre ganarle y me quede con el ala uno.— Sonrió confiado.
Murakami suspiró.
—Te faltan muchos años para poder superar su fuerza. Ya mejor ríndete, me das mucho trabajo.
—Vamos, doc, tenga algo de esperanza. Tú eres el compañero de celda de Vólkov, ¿verdad, Shinomiya?
—Ah... sí. ¿Por qué?— respondió mientras seguía con las otras heridas en el cuerpo del recluso.
—¿Qué tan fuerte es Vólkov en realidad?, ¿cuánto crees que me falta para poder ganarle?, ¿tiene alguna habilidad especial?
—Pues... no lo sé. No sé qué tan fuerte es una persona con tan solo mirarla. Creo que tú deberías tener tu propia idea luego de haber peleado con él tantas veces.
—Seh, definitivamente eres débil. No tienes buen ojo para estas cosas.
—Ya fue suficiente. Cierra la boca.— La doctora Naomi intervino.
Shinomiya solo suspiró y se dedicó a seguir curando heridas, algo decaído.
