14. ¡A trabajar, holgazán! (Borrador)

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El guardia lo sacó de la celda de aislamiento y ahora caminaban.
Kanzaki creyó que lo llevaría de regreso a su celda, pero tomaron una desviación y fueron hacia la enfermería.

El confundido chico no dijo nada. Siguió caminando con un poco de miedo.

Sin embargo, una vez que entraron, ahí estaba Tora Katsuragi y la doctora Naomi Murakami. Lo miraron como si lo hubieran estado esperando.

—¡Katsuragi- san...!

Kanzaki se acercó al castaño con un leve temblor y levantó sus brazos en señal de pedirle que lo abrazara.
Estaba muy feliz de verlo, pero el contrario no se veía tan feliz.

Katsuragi estaba disgustado. Lo miraba con su serio semblante y los brazos cruzados.
Ante eso, Kanzaki bajó la mirada, haciéndose para atrás.

—Estás enojado... ¿verdad?— preguntó tímido.

—Tenemos que hablar.

Tora lo agarró del brazo, y con algo de brusquedad lo dirigió hacia una de las camas de la enfermería, donde lo sentó.
Luego se colocó frente a él y no quitó esa expresión seria.
Suspiró.

—¿Por qué estabas con Guadalupe y Kondo en el ala cuatro?

—Estaba haciendo un trabajo.

—¿Para Vólkov?

El pecoso asintió con vergüenza.

—¡Shinomiya!, ¿¡qué estabas pensando!?, ¡sabes que Vólkov es mi enemigo y haría lo que fuera para atacarme!, ¡y eso incluye hacerte daño a ti!

—Es que... necesitaba dinero.

—¿¡Y por qué no me lo pediste a mí!?, ¡yo puedo ayudarte si lo necesitas!

—Pero no tenía sentido que te lo pidiera a ti porque necesito el dinero para pagarte protección.

—¿Pagarme...?

—Sí. Tu dijiste que si quería tu total protección debía pagarte, por eso no podía pedírtelo a ti. Además... tú fuiste el que me dijo que podía ganar dinero haciendo algún trabajo para alguien.

Katsuragi se quedó confundido, no recordaba haberle pedido dinero, pero le restó importancia a ese asunto.

—Lo sé— respondió el castaño, ya más calmado. —Pero trabajar para Vólkov es demasiado peligroso.

—Sí, la verdad no volvería a hacerlo. No tienes idea de todas las cosas horribles que vi en el ala tres...

Kanzaki temblaba un poco más fuerte que antes al hablar de eso.

—¿Y estás bien, Shinomiya?, ¿te lastimaron?— Naomi no pudo evitar oír su conversación y se acercó al chico pecoso con preocupación.

—Estoy bien. Guadalupe y Kondo llegaron para ayudarme antes de que... Ta- Tarot...

Cuando mencionó ese nombre, Katsuragi y la doctora intercambiaron miradas, ambos se mostraron enojados.

—Por eso tienes que prometerme que no volverás a hacer nada que Vólkov te diga— le habló el castaño mirándolo a los ojos. —Si quieres dinero puedes trabajar en la enfermería, Naomi no tiene ningún problema con ayudarte. O puedes conseguir dinero trabajando en el taller, de vez en cuando dejan que algunos presos entren a concursos de arte fuera de la prisión y el premio es dinero.

Soy inocente  (Yaoi/Gay) PAUSADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora