18. Familia

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Koco se encuentra frente a la residencia de la familia Shinomiya.

Es una casa bastante grande, con una cerca rodeándola. Junto a la puerta hay un elegante letrero de madera con los caracteres de Shinomiya y una pequeña ilustración de una flor de loto. Sin embargo, toda la majestuosidad de la casa se pierde ante la puerta desgastada por humedad y calor, así como la valla y las paredes vandalizadas, con insultos homófobos y otras cosas despectivas.

Koco siente algo de desconcierto, pero eso no le impide tocar el timbre de la residencia.

Al poco rato, una chica con lentes, de cabello largo y rosado, abre la puerta. Pareciera tener prisa, pues está vestida como para ir al trabajo.

—¿Le puedo ayudar en algo?— Contesta, recuperando el aliento.

—Buen día. Mi nombre es Koco Chirashi y vengo del reclusorio Naraka. Necesito hablar con algún familiar de Kanzaki Shinomiya. Hemos intentado contactar por teléfono, pero no han contestado nuestras llamadas.

—Una disculpa, hemos estado bastante ocupadas últimamente. — Dice y hace una reverencia. —Por favor, adelante.

Pasa hacia el hogar, se quita los zapatos y la chica se adelanta.

—Mamá, alguien está buscándote.

La chica aparece de nuevo y guía a Koco hacia la sala de estar, donde le invita a tomar asiento.
Sucesivamente aparece una mujer de cabello rizado, corto y algo despeinado, también rosa.
La mujer parece cansada, como si no hubiera dormido bien, pero aún así recibe a Koco con amabilidad.

La chica de lentes se despide diciendo que va a trabajar, dejando a la otra mujer y a Koco a solas.

—Mucho gusto, vengo del reclusorio Naraka, soy especialista en psicología penitenciaria, mi nombre es Koco Chirashi. ¿Es usted la madre de Shinomiya-kun?

—Sí. Mucho gusto. Mi nombre es Kinoshita. ¿Sucedió algo con Kanzaki?

—Verá, yo estoy dando terapia a Kanzaki Shinomiya y vengo a informarle respecto a la situación actual del muchacho. Desafortunadamente... — El rostro de la mujer se torna asustado, está imaginando lo peor. —En este momento se encuentra hospitalizado en urgencias, pues el día de ayer sufrió un abuso sexual y mutilación dentro del reclusorio.

La mujer se ve horrorizada y preocupada. Cubre su boca y una parte de su nariz con su mano.

—¿Y cómo está?, ¿corre peligro?, ¿en que hospital...?

—Pues su salud física ya ha sido estabilizada. Le fueron amputados su ojo izquierdo y sus dedos medio y anular en la mano izquierda. Pero ya ha sido sometido a cirugía y mejorará con el tiempo. Sin embargo... su salud emocional está severamente comprometida. Por eso he venido a pedirle su ayuda. La hemos intentado contactar por teléfono, pero no había respuesta. Necesitamos que lo vea rápidamente, porque se encuentra en un estado de crisis y el personal del hospital no puede ayudarlo.

Las lágrimas se derraman por las mejillas de Kinoshita. No puede dejar de pensar en su hijo, ni de imaginar su tierno y pecoso rostro.
El mero hecho de recordar a Kanzaki sonreír, y pensar en lo mucho que debe estar sufriendo, la hace querer salir corriendo a ayudarlo.

—Por supuesto que iré de inmediato. — Responde y se levanta.

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Soy inocente  (Yaoi/Gay) PAUSADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora