5. Flor de loto (Borrador)

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"Vólkov no está", pensaba Kanzaki.
Miró hacia todos lados en su celda, viendo que su nuevo compañero no estaba.

Era el inicio de lo que sería su cuarto día en prisión, pero se sentía como si ya llevara meses ahí.
Apenas despertaba, pero tenía ganas de volver a echarse a dormir.

"Que bueno que Vólkov no está"

Se levantó y sintiéndose algo aliviado, empezó a tender su cama y la del amenazante rubio, pues ese había sido su acuerdo.
Finalmente se puso los calcetines y el uniforme de recluso, ya que dormía solo con sus bóxers que le quedaban un poco grandes y una camiseta de manga larga color blanco; sucesivamente, se dispuso a salir de su celda.
Y aunque se sentía relativamente calmado, eso acabó cuando Tora Katsuragi se asomó hacia su celda.

—Hola— dijo feliz y dedicándole una sonrisa, mientras que también saludaba jugueteando con los dedos de su mano derecha.

—Ah... ho-hola, Katsuragi- san— Kanzaki lo saludó de vuelta. Su incomodidad era evidente.

—¿Vamos a desayunar?

Esa voz tan amable hizo que Kanzaki bajara la mirada.
Después de lo que le había dicho Vólkov, ya nada era lo mismo.

—Hoy tengo algo que hacer, así que no creo que pueda desayunar contigo— se excusó.

—¿Qué harás?

Intentó buscar algo que decir y desgraciadamente, lo único que se le ocurría era un lugar al que no quería volver por ninguna razón.

—Tengo que bañarme, es que ayer no lo hice...— dijo, nervioso. Con tan solo pensar en volver a las regaderas, ya sentía como que quería llorar.

—Ya veo. ¿Quieres que te acompañe?, puedo quedarme cerca de ti para que nadie te haga nada. Creo que es muy valiente de tu parte que vayas a los baños otra vez, sin dejar que el miedo y el trauma te controlen.

¿Por qué tenía que decirle algo tan lindo y alentador?, hizo que Kanzaki se sintiera culpable porque le estaba mintiendo. No era valiente y no podía evitar que el trauma y el miedo controlaran sus acciones.

—Pensándolo mejor... vamos a desayunar.

—¿Aún no te sientes listo para volver?, puedo llevarte a los baños del ala dos, si quieres.

—¡No, así estoy bien!— se sobresaltó y hasta negó con las manos.

Tora le sonrió y lo miró, su cara decía que Kanzaki le parecía tierno.

—Está bien. Debes ir poco a poco. Tómate tu tiempo, es comprensible— Tora fue amable una vez más.

"Necesito volver a tomar mis medicamentos", Kanzaki se habló a sí mismo con fatiga. Hablar con Tora se había vuelto extremadamente difícil de un día para otro y su estómago le dolía cada vez más, porque no podía saber si Vólkov decía la verdad o no.

• • •

La escena de Tora y Kanzaki desayunando juntos en el deprimente comedor, rodeado de presos amenazantes, se empezaba a volver algo cotidiano.

Y mientras ambos estaban sentados, el de mejillas pecosas apenas y probaba bocado, apenas y le dirigía la mirada a Tora, y ni siquiera le hablaba.
Tora pensó que quizá era por lo que sucedió en los baños. Era lógico creer que Kanzaki no podría superarlo así como así, y no estaba muy seguro de que hacer para ayudarlo.

—¿Otra vez no tienes hambre?

Kanzaki observó la preocupación en el rostro de Tora Katsuragi, mientras que éste mismo inclinaba su rostro hacia abajo para mirarlo, porque Kanzaki reposaba su cabeza en la mesa.

Soy inocente  (Yaoi/Gay) PAUSADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora