11. Tarot (Borrador)

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—Voy a preguntártelo una vez más...— decía Ryuichi Sato —¿Preferirías ser comido vivo por caníbales o chuparme el p*ne?

El susodicho estaba acorralando a Kanzaki contra un árbol. Se encontraban en un parque cercano a los baños públicos donde el pecoso vivió el infierno.
Habían salido de la escuela hace tan solo unos minutos.

—Ninguno...— sollozaba el chico.

—Tienes que escoger una de las dos, imbécil— le dijo Nara, una de las amigas de Ryuichi que también lo molestaba.

—¡Escoge!

Hibiya, el otro chico igual le gritó; también era un amigo de Ryuichi.
Los tres lo estaban acorralando, no había posibilidad de escapar.

Tenía miedo y estaba a nada de llorar.

—¡Los caníbales...!— respondió, agachándose hacia el suelo con temor en un acto de sumisión. —¡Por favor, ya déjenme en paz...!

Kanzaki se tiró al piso y se apoyó en sus rodillas, como suplicando.

—¿En verdad prefieres que te coman vivo?

—¿¡Por qué tengo que escoger entre esas dos opciones...!?, ¡es obvio que no quiero ninguna!— lloró.

Ryuichi dio un suspiro.

—Bien. Entonces escoge, ¿prefieres ch*pármela aquí o en los baños de la vez pasada?

Kanzaki escuchó como su abusador se bajaba la cremallera del pantalón y levantó la vista de inmediato. Estaba sacando su miembr*.

—¡No...!, ¡no lo hagas otra vez, por favor...!

—Abre la boca— dijo, al mirar por encima al chico que ya estaba en el suelo.

Kanzaki entró en desesperación y pánico cuando Ryuichi lo tomó de la cabeza y comenzó a acercarlo a él.

No quería que volviera a suceder algo como eso por nada del mundo, porque sabía que no lo soportaría.

—¡No!— forcejeó para que Ryuichi soltara su cabeza.

Empezó a llorar fuertemente a causa del miedo y dejó de oponerse cuando sintió la punta del gl*ande de su abusador rozando sus labios. En vez de eso, se paralizó por completo.
No podía creer que sería vi*lado una vez más, en el parque donde jugaba cuando era niño.

Sus emociones se acumularon y parecía que iba a explotar, pero por fuera su cuerpo estaba inmóvil.

—¡¡Qué asco!!— gritó uno de los dos cómplices repentinamente.

Ryuichi se detuvo y miró a Kanzaki de la cabeza a los pies, cambiando su expresión a una de completo desagrado.

—Parece que todavía eres un bebé, Kanzaki— pronunció con una sonrisa burlona.

El de cabello rosa se miró y notó que sus pantalones estaban húmedos en la parte de su entrepierna.

—Ah...

No se había dado cuenta, estaba tan asustado que no notó el momento en que eso había sucedido.
Ryuichi comenzó a reírse y el otro chico le tomó una foto con su celular.

—¿Le dirás a tu mamá que te ayude a cambiarte el pañal?

—No...— dijo muerto de la vergüenza.

—Eres repugnante, Shinomiya— le dijo la chica. —En serio eres asqueroso.

—Mojaste tus pantalones, eres patético.

Los chicos comenzaron a reírse de él, haciéndolo sentir como la persona más miserable de todas.

Kanzaki tan solo bajó la mirada y se cubrió con vergüenza; lloraba en silencio y sus mejillas ya estaban llenas de lágrimas.

Soy inocente  (Yaoi/Gay) PAUSADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora