El día en que todo se repitió.

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Parte uno: Un demonio y una niña.

Habían pasado un total de tres días desde el incidente con los lobos, y ahora era lo que parecería un día normal de clases.

Sin embargo, no era especialmente un día normal...

Hoy Marisa estaba anormalmente violenta, era casi como si algo la molestara.

(En la mañana iniciando clases)

― ¡Hola Mari! ―  Saludó Kosuzu llegando a la escuela  ella se acercó a su amiga pelirroja Marisa, lista para abrazarla como siempre ― Hola Kosuzu.

Marisa ni siquiera se molestó en responderle el abrazo, ella simplemente pasó de largo, eso sorprendió mucho a Kozusu la cual solo atinó a voltear a ver detrás de ella, hacia Reimu que también estaba llegando como si preguntara "¿Viste eso?"

Marisa ignoró al resto de niños y cuando se realizó la típica fila para entrar a la escuela ella simplemente tomó su lugar permaneciendo anormalmente quieta y callada.

Para cuando llegaron al salón de clases y tomaron sus lugares Keine salió unos instantes a buscar el material para la clase, y durante ese par de minutos el grupo estuvo parcialmente libre

― ¡Oi, Marisa! ―  La llamó uno de los muchos niños acercándose a ella ―  ¿Quieres jugar a las pulsadas? 

Marisa simplemente no le respondió, solo colocó su brazo en la posición de pulsadas y cuando el niño también tomó la posición ella hizo un solo movimiento rápido que le hizo ganar.

Esto fue notado por Reimu y demás, pero antes de que pudieran preguntar algo Keine llegó con el material listo, y dado que el niño estaba bien no tuvieron ningún momento para hablar con Marisa.

Pasaron las horas y el grupo tomó la clase normal, para su sorpresa Marisa estaba anormalmente callada preocupando aún más a sus compañeros, mientras que Keine también estaba extrañada.

Después de todo un cambio de comportamiento tan repentino era algo muy raro, incluso para una niña pequeña, y más aún uno tan grande solo había visto cambios así cuando algo muy malo ocurría dentro de la familia.

Keine decidió esperar hasta el final del día para hablar con Marisa, ya que si lo hacía ahora corría el riesgo de que en su inocencia algún niño o niña dijera algo que empeorara las cosas.

El día continuó pacíficamente hasta la clase final, la clase de educación física, como siempre Keine dividió a los niños por equipos, solo que esta vez tomó una decisión.

Normalmente ella ponía a Kosuzu y Sheng juntos para que estuvieran balanceados con Marisa y Reimu, sin embargo, esta vez colocó a Kosuzu y Marisa juntas, su propósito era que Marisa se "encendiera" y comenzará a emocionarse durante el juego al tener las cosas más difíciles que de costumbre.

Y por un momento parecía ser así, Kosuzu y Marisa estaban animadonse ante el desafió que representaban Sheng y Reimu.

En general, los dos contrincantes estaban también muy emocionados, pero de poco en poco comenzaron a ganar más y más dado lo devastador de su estrategia.

Sheng era más fuerte, aunque por un poco y gracias a su habilidad para sentir las cosas sin tener que verlas, el no posee el reflejo de "retroceder" ante un lanzamiento ya que como tál, él no ve el proyectil acercarse.

Eso le permite atrapar el balón con más facilidad, claro sin contar el hecho de que fue portero en su vida pasada, sería un insulto que un portero no supiera atrapar un balón.

En cambio, Reimu es más agil, y puede hacer lanzamientos rápidos y precisos.

El resultado es que Sheng atrapa los lanzamientos y luego los pasa a Reimu, y ella remata lanzando hacia el contrincante.

Una historia en Gensokyo: "Más allá de lo que puedes ver..."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora