Una historia en Gensokyo: "Más allá de lo que puedes ver..."

Iniciando la sanación

(Disclaimer rápido... ya a quien engaño, ya saben, lo típico de siempre, blah blah blah, no es de mi autoría ni propiedad, blah blah blah, multimedia, blah blah blah, asunto legal)

Parte uno: El dolor en el corazón de la amiga

―  Shengcito... ― Koishi estaba visiblemente malherida, no podía ni caminar bien, pero aun así estaba de pie mirando en silencio como su amigo yacía en cama mientras que era rápidamente tratado ― Ojala pudiera ayudar...

― ¿Eh?, ¿qué hacemos aquí? ―  No muy lejos se escucharon dos voces femeninas bastante infantiles de hecho ― No lo sé, dijeron que había una intrusa.

― Pero yo no veo nada, ¿por qué estábamos corriendo? ―  Las voces se alejaron en tanto Koishi miró en silencio como las puertas se abrieron dejando pasar a un par de figuras femeninas, una era tan hermosa que la propia Koishi se sorprendió un poco, en tanto la otra era de largos cabellos pálidos y un aspecto intimidante y fuerte, Koishi no pudo sino pensar en la posibilidad de que dicha fémina fuese la madre de su mejor amigo ― ¡Princesa, esta es una zona esterilizada, no de un paso más si no quiere que esto se complique!

Casi como en respuesta a esto sonaron una serie de pitidos llamando la atención de Koishi en tanto las presentes en esta sala se alteraron a más no poder notándose al instante en como la coneja y la peliplateada rápidamente retomaron su atención en el malherido niño-ave

―  ¡Signos vitales en descenso! ―  Gritó la coneja comenzando a preparar una serie de extraños artefactos en tanto la peliplateada  comenzó a verse visiblemente molesta y tensa mientras tomaba varias jeringas y frascos con líquidos extraños ― ¡Maldita sea, prepara solución salina!

― ¡Entendido! ―  Gritó la coneja en tanto comenzó a preparar algo con unas bolsas transparentes ―  ...

Koishi sin más se sentó y comenzó a llorar,  mientras escuchaba el sonido mecánico de herramientas, el goteo constante de algo, los gritos desesperados intentando mantener cierta especie de jerarquía y orden entre la peliplateada y la coneja

― ¡BISTURI! ―  Ordenó mientras que en eso se escuchó algo como si fuera un humo ―  ¡Señorita, su sangre esta quemando todo!

―  ¡Maldita sea, es demasiado corrosiva! ―  Sonaron con más fuerza las voces mientras Koishi se sentó en una esquina el dolor en su cuerpo no era nada comparado con lo que su corazón y espíritu sentían ―   ¡Señorita algo se movió!

― ¡TUS OJOS ATENTOS A SHENG! ―  Gritó la voz mayor de nuevo 

Koishi comenzó a temblar mientras que sostenía sus piernas  abrazándose a si misma conforme las voces aumentaban.

― ¡Miren, es la loca del ojo saltón! ―  Se burló una voz en tanto Koishi alzó la vista mientras frente a ella estaba la figura de una criatura humanoide, una silueta prácticamente carente de detalles como una mancha negra de aspecto vagamente delineado ― ¡Oh no, corran o sabrá sus secretos, la chismosa komeji esta suelta!

Miró siluetas huyendo por otros lugares mientras que la zona cambiaba por completo a una especie de espacio de pocos colores entre morados y negros con las siluetas por doquier.

― ¡Koishi, ¿qué te dije sobre intentar tirarte del techo?! ―  Una silueta rosada habló frente a ella en tanto una silueta roja apareció, un poco más alta ―  ¡Meoow, señorita no lea mis pensamientos, la ultima vez la ama me regañó por lo que le dijo...!

― Sé que puede leer mis pensamientos señorita... ñam ñam ñam ñam ñam ñam.... Jejeje, ¡es divertido, ¿no?! ―  Koishi tuvo un pequeño vistazo a una silueta con tonos negros pero con alas en su espalda, y ella sintió algo diferente hacia ella a ―  ¡Esa habilidad es genial señorita, me encantaría tenerla!