Una historia en Gensokyo: "Más allá de lo que puedes ver..."

El inicio de los conflictos

Parte uno: Una amenaza que ha vuelto

―  ... ― El silencio reinaba en el gran bosque de bambú, un lugar donde todo aquel que entrase, tarde o temprano acabaría por perderse, y en medio de este bosque el sonido de cascos chocando contra el suelo verde se dejaba escuchar acompañados por el sonido de la lluvia que hacía que el lugar estuviese cubierto por una negra noche sin igual. ― ¿Cuánto nos falta?

― Lo que tenga que faltar ―  Dos voces extremadamente gruesas se dejaron escuchar, mientras que más y más ruidos de cascos se dejaron escuchar acompañadas por un ligero bramido ― Entiendo, pero el jefe no va a querer que le contesten de esa manera.

― El jefe no esta aquí todavía ―  Contestó de nuevo la segunda de las voces, causando un leve relincho de parte de la primera ―  Eso lo entiendo imbécil,  pero, ¿acaso quieres que acabemos como los idiotas de la última guerra?

― Esos imbéciles simplemente se rindieron antes de lo debido es todo ―  Contestó de nuevo el primero ―  El jefe pronto tendrá su princesa, y nosotros nuestro banquete.

―  Lo dices como si no conocieras los rumores ― Contestó una tercera voz mientras el sonido de cascos aumento levemente ― ¿Rumores?

― El bosque ha caído víctima de una maldición, una que debe de ser igual o hasta peor que la maldición del jefe ―  Contestó el tercero causando un bufido de parte de los otros dos ―  Cuidado con lo que dices becerro, no hables a la ligera de esa clase de cosas.

―  No hablo a la ligera ―  Contestó la tercera voz de nuevo ―  Hay rumores sobre que el bosque tiene ahora una criatura que no debería existir, un residuo de una era antigua y oscura.

―  ¿De que tan antiguo hablamos? ―  Preguntó de nuevo el primero ―  De una era tan antigua como el jefe, hay rumores de que uno de los invasores de hace siglos, dejó un huevo escondido por estos rumbos, y ahora su... "cría" se pasea cazando y matando lo que encuentra.

―  Eso explicaría porque hay tan pocos yokais menores ―  Contestó el segundo ―  Normalmente estaría repleto de esos, pero parece que hubieran visto un kitsune, no he visto ni uno solo en todo este tiempo.

― Eso o tal vez decidieron escapar antes de pelear, como hace años ―  Río uno de los hablantes causando una risa de parte de sus compañeros. ― ¿Creen que esta vez logremos el objetivo?

― La verdad no estoy del todo seguro ―  Contestó de nuevo el primero ―  No solo esta el problema de los rumores, sino que la sacerdotisa Hakurei estuvo aquí hace no mucho, aún si es una niña si ella decide brindar apoyo al Eientei tendremos muchas dificultades. 

― Su madre redujo el clan a casi nada, me preocupa que ella haya heredado ese orbe maldito ― Contestó de nuevo el segundo con algo duda y miedo en su voz ― Ese orbe infernal no podrá hacernos nada, especialmente si consideramos que ganaremos antes de que ella siquiera se entere.

― ¿Y como pretendes ganar antes de que la sacerdotisa sea informada? ―  Cuestionó el tercero ―  Hay historias sobre una criatura que habita estos bosques, un monstruo  de poder inmenso que derrotó a la gorrión nocturna mystia y al insecto de la media noche Wriggle.

―  Voy a buscar a esa criatura y unirla a nuestra causa ― Habló el primero con arrogancia ― ¡Una vez esa bestia marche a nuestro lado, el señor Gozu disfrutará de los frutos de nuestro esfuerzo y el bosque, nuestro derecho de nacimiento, por fin será nuestro!

― Odio cuando hablas así, suenas como un anciano ―  Contestó el tercero causando una risa del segundo, entre tanto el primero gruñó levemente ―  De todas maneras, aún necesitamos encontrar a aquella bestia, según tengo entendido la bestia siempre es acompañada por su cría, un ser de aspecto más humano.