52. ¿El fin del fin?

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Tamara.

La graduación no tardó en llegar después de una dura semana llena de exámenes, no pensaba ir al baile un día antes pero Zoe, Alex y Caleb me arrastraron para quitarme la cara de muerto que traía. Para mí sorpresa me encontré con el chico que había conocido esa noche en la fiesta, Oliver, con un sonrisa me acompañó en la mesa en la que estaba mientras los demás bailaban.

— ¿Piensas quedarte sentada toda la noche? —preguntó sonriendo.

—Probablemente. —le sonreí de vuelta. — ¿Y tú qué haces aquí? no te había visto jamás y no eres un chico que pase desapercibido. —él bebió un poco del líquido en su vaso.

—Vine por mi prima, ella organizó la fiesta en la que nos conocimos. Nos iremos después de la graduación.

— ¿A dónde? —cuestioné curiosa.

—A Londres.

— ¿Eres de allá? —pregunté con emoción, siempre quise ir a Londres.

—Sí. Vine porque ella estudiara allá, éramos muy unidos cuando niños. —asentí, tomando otro sorbo de mi vaso. La canción que estaba terminó y empezó una más escandalosa, el bullicio no se hizo esperar.

Esta vez más chicos se pararon a bailar incluido Oliver, quien se paró enfrente y me ofreció una mano.

— ¡Vamos! Solo un baile. —sonreí aunque no quisiera, fue algo espontáneo. Terminé lo que había en mi vaso y tomé su mano, me dejé guiar entre la multitud y empezamos a bailar.

Esa noche fue divertida, me olvidé de todo un poco.

"Gracias, Oliver."

Esta mañana, ver a tantas personas sonriendo con sus familias y con diplomas en sus manos me saco un par de sonrisas. Había pasado los últimos días preocupada por Scott, resulta que él ya se había graduado días antes que nosotros, tomó sus maletas y salió de Oak Hills tan rápido como su auto se lo permitía. Yo había abierto los sobres con las respuestas de las universidades hace poco, fui aceptada en ambas pero al final me decidí por la universidad en Nueva York a la que quería ir al principio. Alex consiguió trabajo en Nueva York como modelo, la universidad aún no estaba en sus planes. Zoe iba a ir conmigo y posiblemente compartiremos habitación. Caleb iba a ir a Columbia, aunque en realidad creo que espera sus resultados de los exámenes en la escuela de medicina. Todos estaríamos de alguna manera juntos y eso me gustaba.

La ceremonia se llevó a cabo con tranquilidad, al final soltamos al aire los birretes y sonreí cuando todos estallaron en escandalosos gritos.

— ¡Felicidades! —gritó papá al llegar con ellos. Me abrazó fuerte y luego fue el turno de mamá.

—Felicidades, cariño. —pase a abrazar a mis hermanas y más tarde todos nos reunimos en casa para celebrar.

En unos días me iría a Nueva York junto con Zoe, Alex y Caleb se irían antes pero prometieron recogernos en el aeropuerto. Esa noche, en el día de mi graduación pude tener un poco de paz.

Durante este tiempo Hugo nos estuvo visitando para darnos noticias sobre cómo iba todo, yo había contratado un investigador para que ayudará a Scott a que encontrará a su mamá. Según lo que nos dijo Hugo, Edson había estado en contacto con Scott, aún no sabíamos que es lo que quería pero ya estaban viendo sus próximos encuentros, solo esperaba que él se cuidara.

Respecto a Scott, después de que de fuera, sí me enojé, lloré y me encerré al menos un día en mi habitación. Intenté llamarlo y le envié muchos mensajes al día siguiente, y luego el siguiente de ese, y cuando llegaron los exámenes me enfoqué en eso. A veces miró la ventana, esperando verlo a él ahí, no ha pasado mucho, tal vez unas dos semanas desde que se fue. Me duele, sí, pero prefiero enfocarme en otras cosas y no es esa punzada en el pecho. Yo lo quiero, mucho, pero él tomó una decisión. Yo lo quiero, y con el tipo dejaré de hacerlo.

 Yo lo quiero, y con el tipo dejaré de hacerlo

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Tres días después.

— ¡¿Ya subiste las maletas?! ¡¿Te falta algo?! —gritó mamá desde abajo.

— ¡No! ¡Todo está listo! —le contesté de vuelta.

— ¡Zoe nos verá en el aeropuerto! ¡Apúrate!

— ¡Voy! —terminé de guardar las últimas cosas en mi bolso y cuando todo estaba listo di un paso atrás. Miré mi habitación casi vacía, las cortinas cerradas y con algunas fotos sin quitar.

Mirar mi habitación era como mirar todo lo que pasó desde que llegué a la ciudad, miré todo y al final me detuve en la ventana. Dejé el bolso un momento y caminé hacia ella, la abrí y miré su ventana, luego fui bajando hasta ver toda la casa completa, estaba igual que ayer, no había nada nuevo. Suspiré, las volví a cerrar y salí de aquella habitación.

— ¿Papá ya está allá? —le pregunté a mamá cuando subí el bolso al auto.

—Llegó ayer en la tarde, se me olvidó decirte. —dijo. Estaba por subirme al auto cuando noté un coche estacionado en la casa de Hugo, un poco más atrás y tal vez por eso no pude verlo por la ventana.

— ¿No dijiste que Hugo nos esperaría en el aeropuerto? —le cuestioné a mamá.

—Sí, de hecho está por llegar y nosotras llegaremos tarde si no nos apuramos, ¡Sube! —llamó. Fruncí el ceño.

—Entonces, ¿de quién es ese auto? —me quedé allí unos segundos, esperando que alguien saliera del auto o de la casa. Pero no pasó.

— ¡Tamara!

—Sí, vámonos ya. —subí al auto y no miré atrás.


¡Y

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¡Y..... THE END!!!

No es cierto, mentira jaja. Aun quedan dos capítulos.

¡Que emoción!

¿Qué les pareció este penúltimo capítulo? Sean honestos ♥

Tratare de subir los últimos en estos días.

Déjenme sus teorías en los comentarios, ¿Como creen que va a acabar?  ¿Hablaremos de segundo libro? ¿Extras? ¿Más?

Ya saben, déjenme todo su amor en la historia.

Besos <3

Nat♥


Mi Vecino de Enfrente ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora