15. Me gustas...

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Scott.

No había salido como lo planeé pero me fue bien, los gestos de la pequeña Greyson me hicieron darme cuenta de que si tenía una oportunidad. Cuando se soltó riendo me preocupé y me enojé al mismo tiempo, ¿Cómo podía ser así de cruel?

Esa chica va a acabar conmigo.

Después de salir del aula me encontré con Caleb, Zoe y Tyler, todos empezaron a gritarme lo mala persona que era por ser así con la pequeña Greyson. A Tyler se le notaban las ganas de golpearme pero no me importo, seguí caminando sin importarme los reproches de los demás. Sabía que solo era cuestión de tiempo para que Greyson aceptará.

Iba caminando por el pasillo cuando una mano grande y fuerte me agarró por el cuello de la camisa y me arrastró consigo.

—Estas jodido Collins. —gruñó Alexander Angelo, apretando más su agarre en mi camiseta.

—No te he hecho nada. —dije con tranquilidad.

—Aléjate de Tamara, ella no es para ti. — mi mandíbula se tenso, ¿Cómo se atrevía a decir eso? Él no sabe nada.

—Si mal no recuerdo tú estabas con Ashley. —dije, zafándome de su agarré.

—La lastimaras. —dijo, él muy imbécil ignoró lo que dije como yo ignoré todas sus amenazas.

—¿Y porqué te interesa tanto?

“¡Touche Angelo!”

La expresión de macho se esfumó de su rostro al disparar mi pregunta, era obvio que ella era una debilidad y quería descubrir ¿Porqué?

—Solo déjala en paz. —clavó su dedo índice en mi pecho. — es tu primera advertencia. —empezó a caminar y se detuvo de repente, giró a verme y dijo. — y yo no doy terceras advertencias.

Y se fue, ¿Acaso el muy idiota piensa que le haré caso? JA, eso no sucederá.

Tamara

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Tamara.

Cuatro días, Scott ha estado insistiendo durante cuatro días seguidos sin descanso. Empezó con notas en mi casillero todas tenían la misma frase “Sal conmigo” y todas y cada una habían ido a parar a la caja de cosas innecesarias debajo de mi cama, después cuando vio que no funcionaba intento con dulces, cada nota de mi casillero tenía pegado un dulce.

¿Lo malo? Ninguno de esos dulces me gustaban, se los daba a Zoe o a Tyler.

Ellos enloquecieron cuando les conté lo que había pasado en el aula con Scott, Tyler se enojó mucho y dijo que le iba a romper la cara, pero Zoe lo calmó diciendo que yo misma podía romperle la cara a ese imbécil cuántas veces quiera.

Cuando los dulces y las notas no funcionaron, empezó a pegar carteles que decían “¿Quieres salir conmigo?, Sal conmigo, ¡no soy tan malo como crees!” Y muchas otras frases que no recuerdo y eso fue solo en la escuela. Un día cuando llegue a casa había un gran cártel pegado en la puerta, el cártel tenía todas las preguntas y frases que había escrito en los demás, y abajo del cártel había una caja de chocolates. De verdad no sé qué le pasa con sus gustos de dulces, todos y cada uno de los dulces que compraba no me gustaban, ¡Ni siquiera esa caja de chocolates! ¡Y yo amo el chocolate!

Mi Vecino de Enfrente ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora