21. Es más fácil odiarlo que tratar de quererlo...

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Tamara.

—¿Scott? —fue lo primero que dije al ver cómo Scott arrastraba consigo a Alex a la parte baja de la preparatoria, dónde se encontraban las entradas al sótano y a las calderas. Fruncí el ceño, y caminé con cautela hasta poder verlos a los dos a través del barandal de la escalera, me senté en el escalón en donde me quedé para no llamar la atención.

No podía escuchar nada, solo los veía hablar y mantener esas expresiones de burla y seriedad. Traté de agudizar más mi oído, pero no podía oír nada de nada, finalmente los veo estrechar sus manos ¿Qué se traen? El primero en subir las escaleras de regreso es Alex, inmediatamente subo corriendo y me pego a la pared haciéndome la tonta, viendo unos carteles sobre el club de teatro ahí pegados. Siento la mano de Alex sobre mi hombro, me giro hacia él.

—Esto será divertido. —dice sonriendo de lado, frunzo el ceño, no entendía a qué se refería. Sin decir más me dio un beso en la frente y se fue. Me quedé atónita por unos segundos hasta que recordé que Scott no había subido, di la vuelta para volver a bajar pero al hacerlo choqué con Scott, quien venía subiendo, sus manos se aferraron a mi cintura para que no nos cayéramos, instintivamente puse mis manos en sus hombros.

Tragué saliva cuando nuestras miradas se cruzaron, pero cuando estuve estable sobre el suelo él me soltó y tomó su distancia. De pronto Scott evitaba a toda costa mi mirada, se veía nervioso.

—¿Qué haces aquí? —preguntó, su tono de voz no tenía ninguna expresión, se mantenía neutro. No podía decirle la verdad, porque su cabeza se haría ideas que no son.

"¡Inventa algo ya!"

—Biblioteca... —dije lo primero que pensé. -¡Sí! Iba a la biblioteca. —él se cruzó de brazos.

—La biblioteca es para el otro lado.

"Tonta"

—Oh. —fue lo único que dije, nos mantuvimos unos segundos en silencio hasta que Scott dijo:

—Tengo que irme. —dijo con el mismo tono neutro con el que empezó, paso por mi lado sin decir nada.

"Sé valiente Greyson" me dije a mi misma. Me di la vuelta y antes de que él lograra irse lo tomé del brazo e hice que se girará hacia mi, él se sorprendió ante mi acción.

—¿Recuerdas que dijiste que no te rendirías con lo de la cita? —dije, sonriendo levemente. Scott no se esperaba lo que dije, porque su expresión de sorpresa fue notable pero aún así asintió lenta y ligeramente, como si dudara. —¿Qué te parece mañana?

—¿Qué? —la expresión en su rostro no me la esperaba, era como si estuviera alarmado o esa expresión cuando te dicen que quieren salir contigo y tú no estás muy convencido, pero ¿Eso no me pasa o si? Tragué saliva.

—Quiero salir contigo. —dije, dando un paso al frente. No me esperaba que él diera un paso atrás al mismo tiempo, fruncí el ceño.

—Emm... —no sabía que decir, así que se aclaró la garganta. —Tamara... —era la primera vez que me decía por mi nombre. —... Tamara yo no tengo tiempo ahora mismo, me refiero a qué mi padre me necesita... tiene proyectos y... —di un paso atrás, no iba a escuchar sus mentiras.

—Si no quieres salir conmigo solo dilo, igual no eres tan importante. —dije, con las manos cerradas en puños a mis costados, le dediqué una última mirada de desprecio antes de irme, escuché que me llamaba pero aún así no regrese y seguí mi camino.

 —dije, con las manos cerradas en puños a mis costados, le dediqué una última mirada de desprecio antes de irme, escuché que me llamaba pero aún así no regrese y seguí mi camino

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Mi Vecino de Enfrente ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora