- "Maite, por favor. No me hagas esto. No me dejes. Yo te amo - decía Camino con voz temblorosa, sus ojos anegados en lágrimas.
- Eso ya da igual - apartó la mirada porque sabía que una vez la mirara, no sería capaz de seguir. - Tengo que dejarte y lo voy a hacer - bajó la mirada - Te sentirás mal unas semanas, quizás un mes, pero después me olvidarás. Y no seré más que una sombra borrosa en tu memoria".
Maite se levantó agitada y con la respiración acelerada, le costaba respirar. Ese sueño que había cesado hacía semanas, regresaba más fuerte que nunca. Llegaba tan cansada que dormía plácidamente, pero ahí estaba otra vez ese puente, esa despedida tan dolorosa. Era como caer en el abismo de unos recuerdos que parecían ser suyos, que inundaban su propia mente, haciéndola sentir frágil. <<No, por favor, otra vez no. Necesito un descanso>> pensó.
Antes de conocer a Camino, todo era soledad, días vacíos. Se sentía abandonada, como un vaso de cristal que al caer se rompe en mil pedazos. Si no se hubiera tropezado ese día con ella, si no se hubiera cruzado con sus ojos, esos ojos que la atraparon desde el mismo instante en que la vio, su vida habría terminado, no sería la misma. Probablemente fue el destino, estaba segura de eso.
Se levantó y comenzó a rebuscar la libreta, prácticamente la tenía abandonada, como si ya no la necesitara. Pero esa noche su mente le pedía un respiro y para ello debía sacar ese recuerdo, que no creciera en su interior. La encontró metida en los libros de la estantería, entre las sagas de Harry Potter y las Crónicas de Narnia. Escribió el sueño tal y como lo había vivido, sin obviar ningún detalle. Leerlo la hacía sentir que estaba otra vez en ese puente, despidiéndose del amor de su vida. Su corazón se rompía un poquito cada vez que lo evocaba. Debía contrarrestar ese pesar con algo de luz, por lo que expresó sus sentimientos más ocultos, que ni a Camino se atrevía a declarar.
" Tú me salvaste. Cada día que pasamos juntas, más quiero ver que pasará después. Una parte de mi brilla gracias a ti. Me has enseñado que la vida es cómo interpretar Kintsugi, estas reparando mis piezas rotas con tiras de oro y me estás haciendo más fuerte que nunca. Camino. Por favor, te lo suplico. No me dejes nunca. Porque sin ti, me romperé ".
Lo releyó un par de veces hasta que quedó satisfecha. Centró toda su energía en revivir su último encuentro con Camino en el almacén, la mantenía en una nube. Habían dado un paso más en su relación, su pequeña estaba cambiando, y ella también. Y de eso se trataba, ¿no?, de madurar juntas. Ese día sintió que por fin, algo se rompía en su interior. El muro estaba cediendo. Cuesta cerrar un capítulo de tu vida, sobre todo cuando siempre intentas que ese capítulo sea el final. Pero no queda otra opción, y te ves en la obligación de hacerlo. Así fue como ese bloqueo creció dentro de ella, impidiendo la entrada de cualquier emoción. Tras años sepultado bajo miles de capas, tuvo que llegar Camino para conseguir abrir una brecha, para derribarlo, para hacer que su corazón latiera de nuevo.
Era temprano, aún faltaba una hora para que sonara el despertador. Sabía que no iba a conciliar el sueño, así que optó por levantarse y prepararse para la jornada diaria. Cogió el móvil, era lo primero que hacía para comprobar si tenía algún mensaje de ella.
- Camino -
Espero que leas esto cuando despiertes, te echo de menos.
"Eres como algo que no se puede explicar con palabras.
Algo así como los segundos previos al primer beso.
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MAITINO: UN AMOR MÁS ALLÁ DEL TIEMPO.-
FanficEsta es la historia de un amor que traspasa el tiempo y el espacio, un amor entre dos mujeres, Camino y Maite, que están destinadas a encontrarse en todas y cada una de sus vidas pasadas, presentes y futuras. ~ Los personajes no me pertenecen, la hi...