CAPÍTULO 20 - LA CITA PERFECTA.-

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<<Resérvame el sábado>> esas fueron las últimas palabras de Camino antes de irse.

Deseaba con toda su alma pasar un día entero con Maite, algunas ideas rondaban su cabeza, pero se iba a dejar llevar, por si acaso el destino ponía trabas por el camino y estropeaba sus planes. Hasta había preparado una lista, aunque Maite le dijo que tenía una sorpresa para ella, así que, quitando el desayuno, y pasar la noche juntas, el resto del día sería un misterio.

Qué bonito es cuando la vida te cruza con personas que además de gustarles tu cuerpo, les encanta tu alma, tu sencillez, tu manera de ser y de reír, junto con esa forma tan loca y tan tuya de ver la vida. Esos que te quieren y te buscan en cualquier momento, así era como se sentía con Ari y con Maite, cada una por características diferentes. Con Ari era una amistad pura y sincera, con Maite era esa clase de amor con el que todo el mundo sueña, solo que este era real y tangible. Solo ella era capaz de hacerle sentir cosas sin ponerle un dedo encima, si eso no era digno de admiración, ¿qué lo era?. Podía afirmar sin lugar a dudas, que esa sonrisa continua que la acompañaba era provocada por ella, al pensar en sus labios, los cuales no se cansaba de besar; por sus conversaciones tan interesantes, que siempre le hacían reflexionar; junto con las clases de pintura; por todo ello, se sentía la mujer más afortunada del mundo.

- Perdón por el retraso. Se me han pegado las sábanas - dijo nada más llegar. No podía apartar la mirada de ella, llevaba un traje de tres piezas color gris compuesto de americana, pantalones de vestir y chaleco. Dios, estaba preciosa - ¿Lista para desayunar cariño? - Maite la miró sorprendida, era la primera vez que utilizaba un apodo cariñoso con ella. Su pecho se llenó de tanto amor que creía que iba a explotar

- Estoy lista, tendré que acostumbrarme a tu impuntualidad, que le vamos a hacer - le sacó la lengua a modo de burla. Llevaba una camisa blanca con un lazo rojo, junto con unos pantalones de tiro alto, anchos, un poco acampanados en la parte inferior. Era tan hermosa. La agarró por la cintura y entraron a la vez - Guau, este sitio es maravilloso. Es como estar dentro de un bosque - miraras donde miraras podías encontrarte arbustos, plantas y flores de todos los tamaños y colores. Era como estar en el corazón de un cuadro de Monet. Nos perdemos entre mesas de maderas color blanco con arcos florales, incluso hay una cabina telefónica inglesa cuyo interior está repleto de espejos, y el exterior es una consecución de guirnaldas de luces. Suena buena música mientras la camarera nos acompaña a nuestra mesa, no puedo parar de observar todo con detalle. Es como estar en el país de las maravillas.

- Encargué el especial de la casa, sé que te va a gustar - la elección del lugar había sido la acertada. Maite estaba embelesada, perdida, admirando cada rincón - Buscaba algo nuevo e investigando por internet me topé con este lugar y como tenía tan buenas recomendaciones, no pude resistirme a probar -

- Aquí tienen, café caramelo y zumo de naranja, acompañado de huevos Benedict. Esperamos que todo esté de su agrado. Que disfruten - se marchó tras la barra. Maite seguía muda de asombro, como si estuviera viviendo un sueño y tarde o temprano fuera a despertar.

- ¿No te recuerda a Monet? - Camino deseaba oír su voz, averiguar si le atraía tanto como a ella - Han experimentado con la iluminación, todo el lugar, el manejo de la luz... es como estar viviendo en el interior de una paleta de colores vivos. El impresionismo siempre me ha atraído, no solo por su belleza, sino porque lucharon por buscar su independencia frente a los estrictos códigos de la época. Y, ¿de eso trata el arte, no?... de pintar libremente, a tu manera... -

MAITINO: UN AMOR MÁS ALLÁ DEL TIEMPO.-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora