El Alma Gemela De Los Vengadores

Pasando el rato

-Bueno Красивые, ha sido un día de muchas emociones para ti, creo que lo mejor es que te pongas cómoda. Ven, te prestaré algo de ropa y si quieres te puedes dar un baño.- Dijo Natasha. Se acercó y me tendió la mano, levantándome sin esfuerzo.

-No la acapares Nat, los demás también queremos disfrutar de su encantadora presencia.- Exclamó Tony guiñándome un ojo.

-Tranquilo, dudo que nos tome mucho tiempo.

Natasha me guió hasta el ascensor.- Jarvis, llévanos hasta mi piso por favor.

-Enseguida señorita Romanoff.

Mientras el ascensor empezaba a subir, Natasha pasó perezosamente su brazo por mi cintura. Me sonroje y evité mirarla, era tan hermosa que aún estaba procesando el hecho de que era mi alma gemela, no podía creer la suerte que había tenido.

Las puertas se abrieron, mostrando un hermoso piso de estilo minimalista, todo estaba decorado de manera armoniosa, desde el salón hasta la cocina conectada con este.- ¿Cada uno de vosotros tiene su propio piso?

-Es más como un apartamento, pero si, cada uno lo tiene decorado a su propio gusto.- Dijo Natasha mostrándome el que parecía ser su dormitorio.

Abrió una puerta y se internó en un enorme vestidor, caminando directamente hasta un estante rebosante de ropa que parecía completamente nueva. Rebuscó durante un par de minutos hasta que encontró lo que buscaba.

-Se acerca el verano y en la torre suele ser cálida, creo que un pijama corto sería la mejor opción, aunque siempre te puedo traer uno largo, y tranquila, la ropa es completamente nueva.

-Esto es perfecto, gracias.- Murmuro mientras observo la ropa que eligió, era un pijama de algodón y ropa interior blanca.

-Puedes darte una ducha, el baño es la puerta negra a la derecha, aunque siempre podríamos compartirlo, ya sabes, para ahorrar agua.- Dijo sonriendo con picardía.

Me alejo con vergüenza, escondiéndome en el baño. Se que parezco una colegiala insegura, pero creo que cualquiera se sentiría así de tímido si una diosa pelirroja le devorase con la mirada.

Me doy una ducha rápida, disfrutando de como el agua relaja mi cuerpo después de un día de emociones intensas. Recuerdo que Natasha todavía está fuera, por lo que me apresuro a secarme y a ponerme la ropa.

Salgo y observo a la pelirroja escribiendo algo en su teléfono, una vez que me ve, lo apaga y se acerca.

-Me gusta mucho tu pelo.- Susurra mientras lo acaricia con delicadeza. No sabía como responder por lo que sólo murmuré un pequeño gracias.

Me tomó de la mano y me sentó en la cama, agarrando un cepillo negro y un par de ligas que estaban sobre la mesilla. Nos sumergimos en un agradable silencio mientras ella peinaba con delicadeza mi pelo, al cabo de unos pocos minutos había terminado de hacer un par de trenzas de boxeador. Me sorprendió notar su destreza a la hora de hacer peinados.

-Ahora estás incluso más hermosa.- Murmura besando con suavidad mi mejilla. Se alejó con pesadumbre.- Creo que es mejor que volvamos con los chicos, son como niños y me da miedo dejarlos a solas, sobre todo a Clint, le gusta arrastrarse por los conductos de ventilación.

-Me parece bien.- Sonrió. Ambas nos levantamos y en un momento de valentía me atrevo a tomarla de la mano, ella sonríe entrelazando nuestros dedos con suavidad.

-Te dije que eran como niños.- Murmura Natasha viendo como Thor, Tony y Clint se gritaban entre sí mientras jugaban al Mario kart.

-Legolas, ese ha sido un movimiento muy rastrero.- Se quejaba el millonario mirando con furia a Clint, que lo ignoraba centrándose únicamente en la televisión frente a él.

-Mi señora, ya está aquí.- Dijo Thor feliz, tirando el mando a un lado y acercándose a mí, levantándome en un apretado abrazo de oso pese a que sólo habíamos estados separados por media hora.

-Hola cariño, te ves caliente.- Alaga Clint con una sonrisa socarrona que se ensancha al ver como me tapo la cara avergonzada, estoy segura de que hoy me he sonrojado más veces que en toda mi vida.

-¿Te unes a nosotros querida? Podemos jugar a cualquier juego que te apetezca.- Ofrece Tony señalando la televisión con un gesto sugerente.

-Podríamos jugar al Just Dance.- Propongo animada, jugaba ese juego desde pequeña aunque mis dotes de baile dejan mucho que desear.

-Acabas de comenter un error cariño, soy excelente en el arte de bailar.- Se jactó Clint mientras Tony empezaba a programar el juego.

-¿Donde están Bruce y el Fósil?- Preguntó Natasha al notar la ausencia de Steve y Bruce.

-Capipaleta y Doc están en la cocina, creo que están preparando algo de cenar para nuestra preciosa compañera.- Dice Tony casualmente mientras me pasa un mando de movimiento.

-Voy a ayudarles, comportaos.- Dice la ardiente pelirroja besando mi mejilla y volviendo al ascensor.

-A veces creo que piensa que somos como niños.- Murmura Clint con un puchero infantil.

-Lo hace.

Después de múltiples partidas decidí tomarme un descanso, Thor aprovechó ese momento para sentarme en su regazo y no es que me queje, estaba muy cómoda. Tony y Clint continuaron bailando y debía admitir que me sorprendió ver que bailaban bastante bien cuando no estaban haciendo el tonto.

Los tres Vengadores restantes llegaron una hora después, encontrándose a Tony y a Clint en medio del baile de "Let it go".

-La cena está lista.- Dice Steve observando al dúo con una ceja levantada.

-Un momento Cap, estamos en medio de algo importante.- Dijo Clint moviendo sus brazos frenéticamente. Natasha se llevó una palma al rostro.