Calma antes de la tormenta

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Pasaron un par de horas y todo el mundo se sentía un poco más cómodo. Samantha se encontraba recostada en el sofá entre Clint y Natasha, con Thor sentado frente a ella en el suelo. Todos se encontraban charlando con tranquilidad mientras una película se reproducía de fondo.

-¿Entonces vives sola?- Preguntó Tony devorando un trozo de pizza.

-No, vivo con mi mejor amiga, mis padres se encuentran trabajando en España pero aún así me mandan dinero todos los meses para poder mantenerme.

-Genial, eso solo significa que por ahora no tendremos ningún problema con los suegros.

-Clint, ¿te das cuenta de que en algún momento vamos a tener que conocerlos? Solo estamos atrasando lo inevitable.- Le comentó casualmente la pelirroja a su amigo, que fingió una cara de mal humor.

-Da igual, seguramente mis suegros me van a adorar, solo mírame, soy adorable.- Exclamó el arquero convencido.

-Adorable no sería la palabra que usaría precisamente para describirte.- Murmuró Natasha.

-Dime Sam, ¿cuantas almas gemelas tienes?- Preguntó de manera casual Steve, atrayendo la atención de todos los presentes, que se callaron para escuchar su respuesta.

La adolescente carraspeó un poco incómoda y respondió en voz baja.- Contándoos a vosotros, tengo 10.

El grupo se quedó en silencio un par de segundos, poniendo aún más nerviosa a la chica de pelo azul. Bruce rompió el silencio con timidez.- ¿Has conocido a otro compañero antes?

-No, ustedes son los primeros.

-Supongo que vamos a tener que compartir.- Dijo Steve con tranquilidad, para él no era lo ideal, pero se negaba a perder a su alma gemela por tener celos.

Los demás parecieron estar de acuerdo, aceptando entre ellos un pacto silencioso de intentar rebajar sus celos.

-Lo siento.- Murmuró la joven con pesar, no podía evitar sentirse mala persona.- Compartir debe de ser muy injusto para ustedes, lo lamento.

-Hey, ni siquiera es culpa tuya, fue el destino.- Exclamó Tony en un intento de animarla.

-Me conformo con tenerte en mi vida, compartir no va a ser un problema.- Continuó Steve reflejando os pensamientos de todos los presentes sin darse cuenta.

-Cierto, y creo que todos nosotros estamos felices de que seas nuestra compañera.- Apoyó Natasha con una sonrisa suave, Bruce afirmó desde su sitio, sintiendo su cara sonrojarse por la atención.

-Mi señora, en Asgard es bien sabido que el destino no comete errores, estoy completamente orgulloso de haber sido unido a usted, estoy seguro de que será una digna reina Asgardiana.- Afirmó Thor completamente convencido, estaba deseando mostrarle a sus padres que después de 1500 años había encontrado a su otra mitad. Sabía que su madre estaría completamente feliz por él y que su padre organizaría una fiesta en su honor, las almas gemelas eran muy veneradas en Asgard.

-Lo bueno es que estás unida a los Vengadores, eso significa que te vamos a proteger con nuestra vida.- Dijo Clint con arrogancia.

-Lo único malo sería que alguien descubriera que eres nuestra alma gemela, estarías en grave peligro.- Murmuró Bruce, sin darse cuenta de que los demás se tensaron ante el significado de esas palabra.

De manera rápida Tony llamó a Jarvis, dándose cuenta del peligro que corría su preciada compañera.- Jarvis, avisa a todos los que sepan de Samantha que es tremendamente confidencial su relación con nosotros, si alguien pregunta ella es una simple pasante.

-Lo lamento señor, pero parece que la noticia ya se ha esparcido.- Exclamó la inteligencia artificial quitando la película que estaban viendo y poniendo las noticias, donde ya se habían hecho varios reportajes presentando a la compañera de Tony Stark a toda América.

-Jarvis, encuentra a quién a vendido esa información a la televisión e infórmame, voy a encargarme personalmente.- Dijo el multimillonario completamente enfurecido. Una de las normas más importantes  para trabajar en Stark Industries la máxima confidencialidad y esta acababa de ser rota, poniendo en peligro a su alma gemela, algo imperdonable.

-Mirando el lado bueno, parece ser que nadie sabe que la compartimos entre los seis, eso puede mantener a ralla a algunos enemigos.- Informó la pelirroja mirando las noticias con atención, aquella tarde tranquila se había quedado en el olvido.

-Lo sentimos mucho.- Se disculpó Steve, viendo la cara preocupada de su compañera, que no se podía creer el giro tan brusco que había tenido su vida en tan solo unas horas.

-No pasa nada, vosotros no tenéis la culpa.- Murmuró aún en shock.

El dios se deslizó a su lado, atrayéndola a un fuerte abrazo a modo de consolación, los demás parecían proponer distintas ideas para calmar la situación.

-Ahora que se a dado la noticia, todo el mundo la va a reconocer, dejarla sin supervisión no es lo más seguro para ella.- Exclamó el arquero, su rostro había cambiado a una mueca de seriedad, estaba demasiado preocupado por su compañera como para hacer bromas.

El rostro de Tony se iluminó ante la idea que cruzó su mente, miró a su compañera en brazos de Thor.- Dime querida, ¿qué pensarías de vivir una temporada en la Torre?

El Alma Gemela De Los VengadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora